Economia

El Gobierno amplía a dos años el régimen de incompatibilidad del Banco de España

Guindos exige «ética y responsabilidad social» a la banca en plena polémica por el relevo en la AEB con el nombramiento de José María Roldán

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno va a modificar el régimen de incompatibilidades del Banco de España para que se equipare al de la Administración General del Estado, que impide a un antiguo cargo público incorporarse a la actividad privada en los sectores donde hubiera tenido responsabilidad durante un plazo de dos años desde que cesa en su puesto, según anunció ayer el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos.

El anuncio se produce tras conocerse la designación por parte de la gran banca del ex director general de Regulación del Banco de España José María Roldán como nuevo presidente de la Asociación Española de Banca (AEB) a partir de abril del año que viene. En esa fecha, Roldán habrá cumplido el plazo actualmente vigente de seis meses de incompatibilidad. No obstante, Guindos aseguró que el Gobierno «no reacciona en función de cuestiones específicas» y no entra en la valoración de este nombramiento. El cambio no afectará a Roldán, si se mantiene la designación, ya que fuentes del ministerio señalaron que la modificación no tiene efectos retroactivos.

No fue este el único mensaje del ministro de Economía y Competitividad ayer. Por la mañana intervino en la VI Conferencia de Banca Internacional organizada por el Banco Santander y aprovechó para reclamar ante los directivos bancarios «ética, transparencia y responsabilidad social». Guindos hablaba de trabajar así «desde el ámbito público y desde el privado», pero no se oculta que la frase tiene toda la intención al ser pronunciada en mitad del enfrentamiento surgido entre el Ministerio de Economía y la gran banca con motivo del relevo en la patronal AEB. José María Roldán, ex director general de regulación del Banco de España, fue el candidato consensuado entre Santander, BBVA, Popular y Sabadell, para sustituir a Miguel Martín al frente de la patronal bancaria a partir del próximo mes de abril, cuando Martín concluirá su mandato y Roldán habrá cumplido los seis meses de incompatibilidad desde que dejó el Banco de España.

En el Ministerio de Economía no gustó nada la designación -ni en el de Hacienda- al tratarse de un ex alto cargo del Banco de España. Lo consideran «falto de estética» al pasar de estar en el regulador a representar a los regulados, especialmente tras la crisis financiera que no supo parar el supervisor. Los grandes bancos no quieren ceder a la presión del ministerio, «que no tiene nada que decidir en la AEB», dicen, y mantienen el nombramiento de Roldán, que «cumple la normativa (de incompatibilidad) a rajatabla». Como un síntoma más de la distancia cada vez mayor entre banqueros y ministro, fuentes financieras recalcaron: «Los bancos ya hemos ayudado lo suficiente al Gobierno».

El primer encuentro entre el presidente del Santander, Emilio Botín, y el ministro de Economía desde que estalló el enfrentamiento fue cortés pero con mensajes cruzados. A la exigencia de ética por parte de Guindos, Botín contrapuso su reclamación de «que los contribuyentes y las entidades financieras bien gestionadas no tengan que volver a soportar los costes de crisis financieras».

Además, Botín expresó su deseo de que «esta nueva etapa de estabilidad económica que estamos iniciando sea también de estabilidad regulatoria, de forma que el sector pueda enfocarse en la rentabilidad de sus negocios y en su papel fundamental en la economía real». Desde que Guindos asumió la política económica, la banca ha tenido que adaptarse a las duras exigencias de saneamiento de sus dos reales decretos, la reclasificación de los créditos renegociados, la aportación al 'banco malo', y otras normas que han incrementado su solvencia pero afectando a sus cuentas de resultados.