Economia

España enfila la senda del crecimiento pero será en 2014 el país de Europa con más paro

Bruselas advierte de que la cifra de desempleados es «insoportable» y exige al Gobierno de Rajoy «medidas contundentes» para combatirlo

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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El ingente volumen de 163 páginas jalonado con cientos de datos macroeconómicos publicado ayer por la Comisión Europea en su informe de previsiones de otoño para el periodo 2013-2015 deja una reflexión compartida -lo peor de la crisis ha pasado-, una evidencia -estos avances siguen sin llegar a la economía real- y un drama -el «inaceptable» índice de paro-. Y España es el mejor paradigma de esta realidad «pese a los muchos esfuerzos que se están haciendo». Un dato. En 2014, será el país de los 28 socios de la UE con una mayor tasa de desempleados -el 26,4%- desbancando incluso a Grecia (26%) en el ingrato último lugar de la clasificación.

De ahí que ayer, en una multitudinaria comparecencia internacional celebrada en Bruselas, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el finlandés Olli Rehn, advirtiera al Gobierno de Mariano Rajoy de que debe seguir adelante con su plan reformista y sobre todo, aprobar «medidas contundentes y decisivas» que acaben con un paro que llegó a tachar de «insoportable», sobre todo en relación a los jóvenes, que supera hace tiempo el 50%. «Es un tema crucial», incidió el vicepresidente de la institución.

Sus previsiones, algo más pesimistas que las que se manejan desde Madrid, dicen que este año se cerrará con una tasa del 26,6%, en 2014 del 26,4 y en 2015, del 25,3. Cifras que doblan las de la media de la zona euro (12,2; 12,2 y 11,8%), -respectivamente- y multiplican por 2,5 las de la media UE (11,1; 11 y 10,7%).

«Los retos siguen siendo enormes debido a la creciente tasa de paro de larga duración y de parados con cualificaciones bajas e inadecuadas», remarcó Rehn. Pese a todo, avanzó que los últimos datos apuntan a «una estabilización» con «signos tentativos de que las medidas adoptadas empiezan a funcionar».

Objetivos de déficit

El comisario también se refirió a la criticada reforma laboral para defenderla y asegurar que sin ella, todo hubiera sido peor. «Los recientes análisis muestran progresos en frentes como la flexibilidad interna, los costes de despido o la moderación salarial. Sin embargo, hay que seguir con las reformas», lanzó a modo de aviso a navegantes. En lo referido a España, la valoración política de Olli Rehn se circunscribió casi en su totalidad al asunto del desempleo, ya que la próxima semana presentará los informes sobre los presupuestos nacionales de cada país.

La Comisión estrena este año esta competencia, y aunque no tiene capacidad de veto, sí posee mucha influencia para 'aconsejar' a un país a que modifique su borrador de cuentas antes de ser aprobado si Bruselas considera que puede impedir la consecución, por ejemplo, de los objetivos de déficit. Un capítulo este último que sigue trayendo de cabeza al Ejecutivo comunitario. Si España es el peor alumno de la clase en materia de desempleo, en déficit, ídem de ídem. La Comisión prevé para este año un cierre del -6,8% -es decir, que el país gaste unos 68.000 millones más de lo que ha ingresado-, lo que supondría 'de facto' que se incumpla el objetivo pactado del -6,5.

Sin embargo, si se descuentan las tres décimas atribuidas a las ayudas a la banca, el objetivo se alcanzará. En 2014, se estima un déficit del -5,9%, una décima más de lo previsto, y en 2015, cuando debería recortarse hasta el 4,2%, Bruselas cree que llegará hasta el -6,6%. Rehn matizó que lo que se ha hecho es elaborar una previsión con las medidas de consolidación fiscal ya existentes en el país, es decir, qué pasaría con lo que ahora hay. No se tienen en cuenta las obligadas medidas que el Ejecutivo de Rajoy deberá aprobar, recortes por 25.500 millones para llegar al 'sagrado' 4,2%, el mismo que desde Moncloa se jura y perjura que se cumplirá tras recibir dos años de respiro de Bruselas.

La nota positiva para el conjunto del Viejo Continente, incluida España, viene del crecimiento, ya que la zona euro prevé crecer en 2014 el 1,1% y la UE, el 1,4%. «El saneamiento fiscal y las reformas estructurales han sentado las bases de la recuperación. Pero todavía es demasiado pronto para cantar victoria», advirtió Rehn. Una mejoría que no le es ajena a España.

En primavera, la Comisión estimó un incremento del 0,9%, ahora corregido al 0,5% porque entonces no se tuvo en cuenta el impacto de las medidas para corregir el déficit. Algo similar sucederá para 2015, donde los funcionarios de la UE han vaticinado un crecimiento del 1,7%, que a buen seguro se corregirá a la baja. El otro gran marcador que juega en contra del Gabinete Rajoy es el porcentaje que la deuda pública tiene en relación al PIB. Se prevé que en 2014 sea del 99,9% y en 2015, del 104,3%, muy por encima de lo previsto por el Ministerio de Economía.