CARTAS DE LOS LECTORES

Votos discrepantes

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Una sentencia con gran repercusión social, como la reciente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) censurando la 'doctrina Parot', genera posiciones contrapuestas. Unos la celebran -¡y cómo!-. Otros, el político discrepante y los responsables de su ejecución en España, usan la frase «se acata pero no se comparte». Aconsejo leer la sentencia completa. Gracias a Internet se accede al momento.

El propio tribunal europeo la publica en su página, en inglés y francés. Observo un escaso interés entre los comentaristas en destacar una parte importante de la sentencia: los votos particulares. La decisión se adopta por mayoría (de ahí la frase «se acata»), pero los magistrados disconformes -en este caso siete ('dissenting opinion') y uno, un voto curioso 'concurrente' ('concurring opinión', conforme con el fallo pero que discrepa del fundamento)- emiten su voto particular, porque «acatan pero no comparten». Invito a los lectores que lean las discrepancias. Muy razonadas, me han convencido. Me uno a los de 'no se comparte'. Recuerdo un caso muy notorio en España. Al juez Gómez de Liaño le condenaron por prevaricación. El tribunal, tres magistrados. La 'mayoría', dos, dictaron la sentencia y el tercero emitió un voto particular discrepante. La sentencia 'se acató' pero no 'se compartió'. Tras varios años de recursos, inclusive el Constitucional negándole el amparo, Gómez de Liaño promovió un último recurso: ante el TEDH de Estrasburgo, que varios años después fallaría a su favor .