Polonia llora a Mazowiecki, símbolo de la transición
VARSOVIA. Actualizado: GuardarMiles de ciudadanos despidieron ayer a Tadeusz Mazowiecki, fundador junto con Lech Walesa del sindicato Solidaridad y primer jefe de un gobierno no comunista en Polonia -y en el conjunto de Europa del Este- tras las elecciones semidemocráticas de junio de 1989. Fallecido el pasado lunes en Varsovia a los 86 años, era considerado un hombre clave en la transición a la democracia, que se inspiró de la experiencia española. Mazowiecki -primer ministro entre el 24 de agosto de 1989 y el 12 de enero de 1991- tenía una personalidad muy querida por los ciudadanos, excepto por la derecha radical, que le acusaba de haber pactado con los comunistas el cambio político.
En un ambiente de gran emoción, el funeral de Estado se celebró en la catedral de San Juan de Varsovia y reunió a altos representantes políticos del país y de la Iglesia católica, como el presidente, Bronislaw Komorowski; el primer ministro, Donald Tusk; y el arzobispo de la capital, Monseñor Kazimierz Nycz. En nombre de la UE, estuvo presente José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea. Después de la misa, los restos mortales de Mazowiecki fueron enterrados en el panteón familiar, en el cementerio de Laski, cerca de Varsovia. Los oficios religiososo fueron seguidos con gran atención en Polonia en una jornada marcada por el duelo nacional.
De comunista a opositor
Escritor, periodista y político de fuertes raíces cristianas y democráticas, Mazowiecki fue entre 1945 y 1955 miembro del Partido Comunista y de la asociación católica Pax, de la que fue expulsado. Tras abandonar las filas comunistas se pasó a una discreta oposición desde el catolicismo liberal y desempeñó un papel importante en ese mundo. Llegó a ser diputado en el Sejm (Parlamento) por el partido católico Znak.
A finales de los años 70, Mazowiecki radicalizó su compromiso con la oposición anticomunista y se convirtió en uno de los artífices del sindicato Solidaridad. Fue detenido y encarcelado en diciembre de 1981, cuando el general Wojciech Jaruzelski decretó la ley marcial. «Con Lech Walesa, es la persona más estimada en el proceso de transformación de Polonia», escribe el diario de centroizquierda 'Gazeta Wyborcza'.