El aeropuerto de Los Ángeles intenta recuperar la normalidad tras el tiroteo
WASHINGTON. Actualizado: GuardarEl aeropuerto de Los Ángeles amaneció ayer con una terminal aún inactiva pero fluidez en las demás zonas después del caos sufrido el viernes cuando un joven de 23 años armado con un fusil de asalto acabó a tiros con la vida de un miembro del personal del control de accesos. La terminal 3, donde se produjo el suceso, sigue cerrada en su mayor parte mientras el FBI completa su investigación.
Las autoridades siguen tratando de determinar el motivo por el que Paul Ciancia -que se encontraba ayer ingresado en un hospital en estado muy grave tras recibir varios disparos de los agentes de Policía que lo detuvieron- irrumpió en el aeropuerto a las nueva y media de la mañana y acabó con la vida de un empleado de la Agencia federal de Seguridad del Transporte (TSA), Gerardo I. Hernández, de 39 años, e hirió de gravedad a otro.
Según confirmó el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, Ciancia había planificado una verdadera masacre. «Había más de 100 municiones extra que podrían haber matado a todo el mundo, literalmente, en esa terminal», declaró. La cadena NBC apuntó que el atacante tendría relación con la TSA y sus agentes habrían sido su objetivo principal. El diario 'Los Angeles Times' apuntaba en la misma dirección al revelar que Ciancia encañonaba a los pasajeros y les preguntaba si pertenecían a la TSA.