Economia

La gran banca crece en depósitos con la reestructuración y baja el crédito

Los ahorros colocados en los cinco grandes aumentaron en 60.000 millones al cierre del tercer trimestre, un 10% más que en 2012

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La reestructuración finaciera está permitiendo a los cinco grandes bancos españoles ganar cuota de mercado en depósitos de clientes. La necesidad de ayudas públicas de una gran mayoría de cajas de ahorros, con la nacionalización de cuatro de ellas, llevó a muchos ahorradores a buscar mejor acomodo para su dinero. Una situación que aún se mantiene en el tercer trimestre de este año, influida también por las operaciones de absorción de entidades, por las que el dinero se ha movido inercialmente tras la concentración en entidades de mayor tamaño.

Así, el Banco Santander incrementó sus depósitos de clientes a cierre del tercer trimestre en casi 20.000 millones, con un crecimiento en tasa interanual del 11,5%. Mayores porcentajes de incremento registraron el Banco Popular y el Banco Sabadell, con tasas superiores al 14%. Popular y Sabadell han ganado, cada uno, alrededor de 12.000 millones de euros en depósitos de la clientela hasta septiembre en comparación con el mismo periodo del año pasado, teniendo una base que es la mitad de la del Santander. Por su parte, Caixabank, la segunda entidad en depósitos por detrás del Santander, ha obtenido más de 11.000 millones a cierre del tercer trimestre, y el BBVA los aumentó en una cantidad similar.

La sorpresa la ha dado Bankia, entidad nacionalizada dirigida por José Ignacio Gorigolzarri, que ha logrado mantener a cierre del tercer trimestre el nivel de depósitos de los clientes, incluso con un leve aumento del 1%.

En conjunto, los cinco grandes han incrementado los depósitos en más de 60.000 millones, un 10% más que los que tenían a septiembre de 2012. Y ello a pesar de que cada vez remuneran menos a sus depositantes. La 'recomendación' del Banco de España para limitar el tipo de interés ofrecido para captar nuevos depósitos evitó una «espiral» de ofertas agresivas que hubiera debilitado la solvencia de las entidades, según un alto cargo de la institución supervisora. A cambio, el ahorrador obtiene en estos momentos la mitad de lo que le daban el año pasado por su dinero. El coste de los nuevos depósitos a plazo ha caído desde el 3,05% de diciembre de 2012 al 1,41% en el tercer trimestre en el Banco Santander; en Caixabank ha bajado desde el 2,24% al 1,37%; y en el Popular el coste de los nuevos depósitos ha disminuido desde el 3,37% a finales del año pasado hasta el 1,87%. La baja remuneración en los depósitos a plazo -y las previsiones son que siga bajando- está llevando a que parte del dinero se dirija a fondos de inversión, un ahorro menos conservador pero sin limitaciones marcadas por el Banco de España.

Por el contrario, toda la gran banca redujo su saldo crediticio a cierre del tercer trimestre, lo que significa que los nuevos créditos que concedieron no compensaron el desapalancamiento de sus deudores. El Santander redujo un 8,7% el stock de créditos a la clientela; BBVA lo recortó un 7,6% y Caixabank, un 7,2%. En el Banco Popular bajó un 6,9% y donde más disminuyó fue en Bankia, con una caída del 9,2%, a pesar de que en la rueda de prensa de presentación de resultados trimestrales, el director general de Presidencia, José Sevilla, destacó que habían cumplido ya su objetivo de conceder 10.000 millones de euros en nuevos créditos en el año.

Los grandes bancos, que han aumentado sus beneficios un 79% hasta septiembre al tener que realizar menos provisiones, no acaban de repuntar en sus ingresos y en ello tiene mucho que ver la contracción de su principal negocio: prestar dinero. Nuevos créditos conceden, pero también rechazan miles de peticiones e incluso refinanciar o renovar préstamos ya concedidos.

El Gobierno dio recientemente un toque a la banca para que preste dinero y en la nueva ley financiera que prepara el Ministerio de Economía se pretende incluir la obligación de que los bancos avisen con tres meses de antelación a las pymes si no les van a renovar el crédito. Algo que, según los directivos bancarios, ya está en la práctica habitual bancaria.