Sociedad

Realismo mágico en viñetas

Es uno de los creadores de más proyección internacional y ha sido aplaudido por públicos tan exigentes como el americano y el japonés Miguelanxo Prado gana el Premio Nacional de Cómic por un álbum preñado de hechos ciertos y fantásticos

MADRID. Actualizado: Guardar
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Miguelanxo Prado se adjudicó ayer el Premio Nacional del Cómic 2013 por su obra 'Ardalén', que el propio autor define como una «historia en torno a la memoria personal» y «esencia de nuestra propia identidad». El título del álbum, que ha sido publicado en castellano y gallego, alude un viento imaginario, «el que sopla desde el otro lado del Atlántico, desde el Caribe, hasta las costas del sur de Europa».

Prado (La Coruña, 1958) es uno de los autores españoles de cómic con más renombre internacional. No en vano, sus historias han seducido a públicos exigentes como el estadounidense y japonés, con larga tradición en la lectura y creación de novelas gráficas. El coruñés trabaja de forma concienzuda e invierte varios años en culminar sus obras. El creador tenía terminado el guión hace casi diez años y comenzó a realizar los primeros bocetos de la obra premiada en 2009, haciendo experimentos con el estilo y el color. Ha invertido tres años y medio para alumbrar esta obra de 256 páginas, un esfuerzo que se ve ahora recompensado con la distinción, otorgada por el Ministerio de Cultura y dotada con 20.000 euros. Ha sido un trabajo lento y laborioso, que iba avanzando a un ritmo de ocho páginas al mes.

'Ardalén' cuenta la historia de Sabela, una mujer sumida en la zozobra que se dedica a investigar los orígenes de su familia, herida por la desaparición de un abuelo emigrante. A partir de ahí comienza un trabajo de reconstrucción de recuerdos para comprender la realidad. «El realismo mágico está con frecuencia presente en mi trabajo», arguye Prado.

El autor se congratula del premio, entre otras cosas porque contribuye a dignificar un género que vive una etapa de esplendor. «El cómic ha contado con un público muy fiel. Y por esta misma razón se ha movido siempre en unos límites un tanto férreos, pero a diferencia de otros medios de expresión no existe un público ocasional», alega el autor de 'Ardalén', en cuyos trabajos siempre desempeñar un lugar preeminente el mar. «El mar sigue siendo un enigma magnífico a las puertas de nuestras casas, tan ajeno y fascinante como la más lejana selva tropical», apostilla.

En las viñetas de 'Ardalén' merodean peces, medusas y todo tipo de criaturas marinas, lo que contribuye a crear una atmósfera de ensoñación, un mundo onírico en el que irrumpen incluso ballenas que sobrevuelan bosques de eucaliptos.

Prado ha hecho meritos de sobra para apuntarse el premio. Es muy conocido por el cómic 'Trazo de Tiza' (1993), premiado en Barcelona y Angoulême, y la serie de historietas cortas de corte humorístico tituladas 'Quotidianía Delirante', que vieron la luz en la revista 'El Jueves'.

'Ardalén' es quizás una de sus obras más ambiciosas y con toda seguridad la más extensa de toda su producción. Aunque se trata de una ficción en que lo mágico y lo real se imbrican de manera feliz, en la historia aparecen acontecimientos ciertos e identificables, como la posguerra española y la emigración a Cuba.

El álbum, que ha sido publicado en castellano por Norma y en gallego por El patito editorial, está emparentado con 'De profundis', otra obra suya que fue llevada al cine y que compitió en los Goya por el premio a la mejor cinta de animación. En palabras del creador gallego, los dos cómics «comparten los mismos cromosomas».

Si bien el cómic español ha llegado a su edad adulta, con toda una eclosión de editoriales que ha revitalizado el mundo de la viñeta, Prado sostiene que todavía falta un paso más. Aún no se ha asentado hasta el punto de que lo lean desde el ministro de Cultura al cajero del supermercado, como ocurre en Francia o Bélgica. «El premio ha ayudado a cambiar la visión que había».

A Miguelanxo Prado no se le ha subido el premio a la cabeza. Dice que «sería de idiotas» pensar que por recibir el galardón su cómic es el mejor del año. Sigue siendo un hombre humilde. Y eso que fue jefe de dibujantes de la serie 'Men in black' y trabajó con Steven Spielberg. Pese a las ofertas de trabajo que le hicieron los estadounidenses, prefirió seguir escuchando el Atlántico gallego.