La inflación cae en octubre y es negativa por primera vez en cuatro años
El dato adelantado del IPC refleja una caída del 0,1% que el INE atribuye al abaratamiento de los alimentos y bebidas
MADRID. Actualizado: GuardarHoy la cesta de la compra es más barata que hace un año pero la posibilidad de que España caiga en la deflación parece menos remota. Por primera vez desde 2009, los precios registraron este mes de octubre un descenso que situó la tasa anual del Índice de Precios al Consumo (IPC) en el -0,1%. El Instituto Nacional de Estadística (INE) avanzó ayer ese retroceso con la publicación del indicador adelantado del IPC, que refleja una bajada de cuatro décimas respecto del valor registrado en septiembre (0,3%).
Una bajada puntual de precios no es un fenómeno sorprendente en un país cuya economía está inmersa en un proceso de devaluación interna y ajuste de rentas y salarios. El peligro es que se convierta en algo persistente y común a todos los segmentos del consumo, que afecte a la actividad justo cuando lanza los primeros signos de repunte.
Los economistas consideran la deflación el peor escenario para un país. Consiste en una bajada de precios general acompañada por un desplome similar del PIB. En tales circunstancias, la actividad se deprime y la destrucción de empleo se acelera. Cuando el INE publique el 13 de noviembre los datos detallados del IPC -y sobre todo la inflación subyacente, que no tiene en cuenta la evolución de los elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos- se sabrá si la tendencia a la baja es general o si se trata de un mero efecto estadístico combinado con el abaratamiento de algunos artículos. Como apuntan casi todos los expertos, algo tendrán que ver la parálisis del consumo y la debilidad de la demanda interna.
El INE atribuyó ayer el fenómeno de octubre «principalmente a la bajada de los precios de los alimentos y bebidas» y a que «la enseñanza universitaria registra una subida de precios inferior a la del año pasado». El indicador adelantado que publica Estadística cada fin de mes suele coincidir con el dato definitivo del IPC general. De existir una variación suele ser mínima, como mucho de una décima, de ahí que los agentes económicos vean ya la tasa negativa de octubre como un hecho.
Lo impactante no son tanto los números rojos como su brusca irrupción y el hecho de que el Ministerio de Economía no haya advertido de su llegada. Hace un mes, cuando el IPC bajó de golpe 1,2 puntos y se situó en el 0,3% por el efecto estadístico generado por la subida del IVA de septiembre de 2012, el departamento que dirige Luis de Guindos mantuvo su pronóstico habitual de inflación moderada hasta finales de año cerrar el ejercicio por debajo del 1%. Pero en ningún momento avisó de que el IPC podía entrar en terreno negativo.
Desde 1961, cuando Estadística comenzó a calcular la inflación, el único período prolongado de registros negativos fueron los meses comprendidos entre marzo y octubre de 2009. El IPC marcó entonces cotas de entre el -0,1% y el -1,4%.
El precedente de 2009
Pese a coincidir con la peor recesión a escala planetaria, durante ese tiempo no se estimó que España había caído en deflación porque el IPC subyacente se mantuvo en tasas positivas. El detonante de aquel proceso fue en realidad el abaratamiento general de los carburantes y combustibles. Sólo en abril de 2010 la inflación subyacente entró en terreno negativo (-0,1%) por primera vez desde 1986, cuando el INE empezó a calcularla, pero fue un fenómeno puntual atribuible a diferencias de calendario en la celebración de la Semana Santa y a su traslado a los precios de los servicios turísticos.
En términos mensuales, el IPC aumentó un 0,4% respecto de septiembre. El INE publicó también el dato adelantado del Índice de precios al Consumo Armonizado (IPCA), que se calcula con la misma metodología en todos los países del euro al efecto de poder hacer comparaciones. En términos interanuales, se situó en el 0,1%, tasa que de confirmarse supondría un descenso de cuatro décimas respecto a la de septiembre (0,5%). La variación mensual del IPCA fue del 0,1%.
El último dato del IPC fue bien recibido por los comerciantes y emprendedores, cuyos negocios son muy sensibles a la evolución de los precios. ATA cree que es «un respiro para los castigadísimos bolsillos de los españoles, que permitirá una mejora de la competitividad de las empresas y autónomos y de la economía». Para UATAE «se trata de un dato positivo para los autónomos y para el conjunto de la sociedad, que viene a confirmar la caída de los precios iniciada en julio». «Esta situación tiene más lógica económica en una situación donde nuestra economía experimenta continuas caídas del consumo y las ventas consecuencia de la menor capacidad adquisitiva de las rentas de los españoles», concluyó esta asociación.