Con 21 actos de bondad

No pretenden cambiar La Isla en 21 días, mucho menos a las personas que decidan comenzar el programa, simplemente alterar su percepción y sembrar la idea de que siempre se puede hacer algo por mejorar la realidad social en la que se vive. Hacer ver que los pequeños gestos también importan y que pueden llegar a convertirse en el motor que al final lo cambie todo. Y, por qué no, ser un poco egoísta y buscar el propio bienestar sintiéndose mejor al hacer que los demás también se sientan mejor. Así lo piensan Adán Rodríguez, Carlos Grosso y Carlos Hesle, un grupo de jóvenes formados en integración social que han adaptado, a las necesidades de San Fernando, la iniciativa que el barcelonés Nicko Nogués ha desarrollado con éxito en México, llamando la atención de los países de Sudamérica y haciendo que miles de personas realicen este programa.

Algo que hasta ahora había quedado en el ámbito individual y que por primera vez estos jóvenes intentan que cale en toda una ciudad. «Según el propio Nicko 'Humanity, 21 días de bondad' surge del problema de que al final sólo te preocupes de ti mismo. Nosotros estamos cansado de ver tanta frustración en las redes sociales, de ver cómo todos dicen lo que se debería hacer y nadie hace nada. Y lo malo de todo ello es que nos conformamos con eso. Por ello hemos adaptado el programa a San Fernando para dejar de decir y comenzar a hacer», explicó Adán.

Hasta el momento tienen constancia de que una veintena de personas ha comenzado este programa, que varía en algunos puntos respecto al realizado por Nicko Nogués, para adaptarlo a la realidad de San Fernando. «Resulta complicado encontrar un trabajo para alguien cuando no hay para uno». Aunque parecen pocos, esperan que ese virus implantado se vaya incrementando. «Es complicado pero reconciliarte con alguien es algo que vale la pena hacer». «Limpiar tu karma digital es más complicado de lo que parece». Son algunos de los comentarios que rondan ya por twitter en su cuenta '@21diassfdo'. Plantar un árbol, donar sangre, regalar un peluche o conseguir sacar una sonrisa a 20 personas. Son parte de las iniciativas que se recogen, algunas destinadas íntegramente a la labor social y otras a acercarse a las personas.

El programa va desde tareas sencillas a otras más complicadas, junto a las que se pueden hacer de forma colectiva. «Nosotros donamos el dinero de forma colectiva al Grupo Nocturno Social que se encarga de ayudar a las personas sin techo que se encuentran en las calles de San Fernando. Al final hay cosas que no logras hacer en 21 días, pero que interiorizas y que intentas acabar, aunque tampoco pretendemos que sea una lista que uno esté forzado en acabar, sino que cada cual la pueda adaptar a su disponibilidad, tiempo, capacidades o intereses». ¿Y por qué 21 días?, porque es el tiempo que supuestamente transcurre desde que una actividad deja de serlo para convertirse en hábito. «Lo importante es la experiencia y ver cómo el aprender o enseñar algo crea un vínculo con otra persona. Son pequeños gestos pero lo que recibes es incalculable».