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Poveda, el payo que revolucionó el cante
El cantaor ofrece esta noche la primera de las tres funciones previstas en el Falla
CÁDIZ. Actualizado: GuardarA pesar de que el precio de la entrada para su concierto oscila entre los 30 y los 60 euros, aunque se hable sin parar de la escasez económica y de que hace apenas dos meses y medio se le pudo ver actuar en la provincia, Miguel Poveda va a llenar durante tres noches consecutivas el Gran Teatro Falla. Tanta acogida tuvo el anuncio de su participación en la programación de otoño del coliseo gaditano, que las localidades se agotaron tan sólo unos días después de que se pusieran a la venta el pasado mes de septiembre, lo que obligó a ampliar una fecha más. Así, desde hoy y hasta el viernes, las veladas gaditanas serán para el cantaor catalán. En sus repertorios, Miguel Poveda ofrecerá una primera parte con el cante más tradicional aunque con las aportaciones que el artista les da, conservando su esencia pero con su filtro personal. En la segunda mitad y con la colaboración del maestro Joan Albert Amargós, interpretará, entre otros temas, algunas canciones de su repertorio de 'Coplas del Querer'.
Querido por sus infatigables fans y admirado por sus compañeros de profesión, no hay plaza que se le resista al artista, que firma sin duda una de las carreras más sólidas y triunfadoras del panorama nacional. La dirige, sin intermediarios, desde Alcalá de Guadaira, la población sevillana en la que vive desde hace años. «Morente, Camarón, El Lebrijano... Soy consecuencia de ellos. Sólo sigo ese camino. No he descubierto nada», cuenta cuando se le pregunta por su éxito y su capacidad de encandilar a todos los públicos. Superados están los inicios, aquellos tiempos en los que era muy difícil hacerse ver en un firmamento en el que todavía brillaban La Paquera, El Lebrijano, Chocolate, Fosforito, Valderrama... Todas estas figuras estaban cuando salí y yo era un payo de Badalona, 'pelao', que cantaba con un pendiente. Estaba complicado hacerse notar entre tanta figura de tanto peso», subraya. Eso fue hace un cuarto de siglo, cuando Poveda era un adolescente. Ahora sobrepasa los 40 y la docena de reconocimientos. Entre otros, ha ganado la Lámpara Minera del Festival Nacional del Cante de las Minas de La Unión, localidad que este año le ha nombrado hijo adoptivo, el Giraldillo de Oro de la Bienal de Sevilla y le ha sido concedida la Cátedra de Flamencología de Jerez. Además, en febrero de 2012 la Junta de Andalucía le concede la Medalla de Andalucía. Un mes después editaba su noveno trabajo discográfico, 'ArteSano', trece cantes flamencos con la colaboración de guitarristas como Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar.
Hace apenas unas semanas, el cantaor ha sido nominado por cuarta vez por los miembros de la Academia para la 14 edición de los Grammy Latino por su trabajo CD/DVD Real, Concierto desde el Teatro Real (grabado el 8 de mayo de 2012) en su apartado de mejor álbum flamenco. El próximo 21 de noviembre en el hotel Mandalay Bay, de Las Vegas (Nevada) se conocerá a los ganadores de los mencionados nombramientos.
Y dos días antes, Poveda celebrará sus 25 años en la música con la salida de un Cd de un concierto en directo desde el Teatro Colón de Buenos Aires y el Palacio Carlos V de Granada con Rodolfo Mederos. Sus proyectos, en solitario y a través de colaboraciones, pasados y futuros, son cuantiosos. El número no está reñido con la calidad, ni con la aceptación que cada propuesta recibe por parte del público. Poco queda de aquel niño tímido que escuchaba copla por la radio y en los discos de su madre en la soledad de su habitación. Allí sonaban las coplas de Quintero, León y Quiroga, y los viejos maestros como Antonio Mairena, Manolo Caracol, La Paquera, La Niña de los Peines, Rafael Farina, además de los actuales Enrique Morente o los gaditanos Chano Lobato y Camarón. Hoy, Poveda hombre es el rey indiscutible del universo flamenco. Hoy, el «payo pelaó» encarna la revolución del género.