Clarín claudica ante Cristina Fernández

Por amplia mayoría, la Corte Suprema de Argentina avaló ayer la constitucionalidad de la vapuleada Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, una norma sancionada en 2009 que mantiene enfrentado al Ejecutivo de Cristina Fernández con el grupo Clarín. Fue por seis votos a favor y uno en contra. Como consecuencia, las acciones de la compañía se desplomaron y debieron suspender su cotización. «Teníamos razón», declaró exultante el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Martin Sabbatella. «No es un triunfo solo del Gobierno. Es una gran noticia para la democracia, la libertad, el pluralismo», precisó. Entretanto, en redes sociales y dirigentes del oficialismo llamaban a manifestarse a favor de la sentencia.

El fallo de casi 400 páginas se conoció sólo dos días después de las elecciones legislativas en las que el oficialismo mantuvo la primera minoría a nivel nacional pero con francas derrotas en distritos claves y en ausencia de Cristina Fernández, principal defensora de la ley y de baja por la operación a la que fue sometida el 8 de octubre para quitarle un hematoma craneal. El Gobierno había intentado obtener una sentencia favorable antes de los comicios y había hecho gestiones que fueron denunciadas por la oposición. Pero la Corte esperó a que transcurriese la cita con las urnas para emitir su veredicto, muy esperado desde que se realizaron en agosto las audiencias públicas convocadas por el propio tribunal para pedir precisiones a las partes.

La ley fue aprobada en 2009 por mayoría en ambas cámaras después de que una coalición integrada por universidades, organizaciones sociales, medios de comunicación alternativos y sindicatos bregara por un nuevo marco legal durante 27 años. La norma anterior había sido decretada por la dictadura militar (1976-83). El grupo Clarín, en cambio, se opuso a la nueva ley por considerar que procuraba acallar voces disidentes y cercenar la libertad de expresión. Por ese motivo, solicitó a la Justicia una medida cautelar que frenara su obligación de adecuarse hasta determinar si la norma era o no constitucional.

Adiós a las licencias

Ahora, Clarín deberá desprenderse de decenas de licencias de radio y televisión a fin de adecuarse a la ley, que fue votada para disolver la concentración mediática. Sólo en televisión por cable la compañía tiene 250 licencias y el máximo permitido es 24, por lo que debe proceder ahora a la desinversión. No obstante, el fallo de la Corte también prevé que en caso de que se demuestre una afectación patrimonial como consecuencia de la aplicación plena de la norma, la empresa demandante tendrá derecho a reclamar una indemnización, aunque para eso deberá presentar una denuncia judicial nueva, en la que se ponga de manifiesto tal perjuicio.

La presidenta había propuesto la sanción de esta norma en 2009, poco después del largo enfrentamiento que mantuvo su Ejecutivo con los gremios de productores rurales que se resistían a un aumento impositivo. El grupo Clarín había sido un poderoso aliado de las protestas agropecuarias y en contra de las medidas gubernamentales para incrementar la recaudación. Cristina Fernández reflotó entonces el proyecto de la coalición, que desde 1983 exigía la sanción de una ley que reemplazara la vigente desde el régimen militar, y la iniciativa fue votada por amplia mayoría en ambas cámaras. Meses después, Clarín solicitó una medida cautelar denunciando una presunta inconstitucionalidad y se abstuvo de cumplir la norma desde entonces.

En 2012, un juez de primera instancia consideró que la norma respetaba la Carta Magna. Poco después, un fallo de la Cámara en lo Civil y Comercial -cuestionada por el Gobierno por su presunta falta de credibilidad- volvió a frenar la aplicación planteando dudas sobre la constitucionalidad de algunos artículos. Por eso, la sentencia de ayer era esperada con enorme expectativa. El canal de noticias TN del grupo la recogió de inmediato: «La Corte ratificó los artículos que obligan a Clarín a vender sus medios, pero estipula una indemnización».