Mata en Villarreal a cuchilladas a su mujer, asfixia a su hijo y se suicida
A la espera de la investigación, el crimen sorprende a familiares y vecinos, que calificaron a la pareja como «muy normal»
VILLARREAL. Actualizado: GuardarVicente M., de 53 años, asesinó ayer a su esposa, Rosario S., de 50, con un cuchillo en el chalé adosado que la familia tenía en la calle Rosalía de Castro, en la localidad castellonense de Villarreal. El empresario, antiguo jefe de exportación de la empresa Azuvi, también se llevó por delante al hijo de ambos, Jorge, de diez años. Todo apunta que asfixió al niño. A continuación y ante las llamadas de su hermano al domicilio, acabó con su vida tirándose desde la buhardilla del edificio tras cortarse la venas. Todo ocurrió temprano, a las ocho de la mañana, y dejó sumida a la ciudad en la estupefacción.
El hermano del empresario, alarmado porque no acudían al trabajo ni cogían el teléfono, acudió a la vivienda. Llamó al timbre, esperó unos minutos y en ese momento el presunto homicida se lanzó al vacío. Dejaba dentro los cadáveres de su mujer e hijo pequeño, ensangrentados, si bien el cuerpo del niño no presentaba signos de violencia, según fuentes cercanas a la investigación. Los cadáveres estaban juntos y con armas blancas al lado.
El drama deja muchos interrogantes abiertos dadas las circunstancias. Nadie en el municipio encuentra un por qué a este asesinato múltiple. El alcalde, José Benlloch, aseguró que no constaban denuncias anteriores por malos tratos ni órdenes de alejamiento. Un dato confirmado por familiares del matrimonio y los amigos. Nadie entiende qué ha pasado. Además, está el hecho de que Vicente M. habría dejado cartas de despedida, unos textos en los que los investigadores confían en hallar la clave para arrojar luz ante lo inexplicable de un suceso que ha conmocionado a la ciudad.
«Está el rumor de que les iban a desahuciar, pero que yo sepa problemas económicos no tenían», comentó una allegada. No es que vivieran una vida de lujos, pero «tampoco se les veía mal posicionados económicamente». «No entendemos nada», explicó un amigo cercano a este periódico. «Ayer vinieron los tres al partido del Villarreal-Valencia al estadio tan normales y, hoy, esto». Vicente había estado bromeando sobre la goleada del Villarreal al Valencia a través de Whatsapp. Además tenían planes. Con motivo de la festividad de Todos los Santos la familia por parte de ella había organizado una reunión familiar para comer «y ahora este crimen a sangre fría». En todo caso, los vecinos negaron que la pareja tuviera problemas porque «estaban siempre juntos».
Matrimonio anterior
Vicente sí había llevado un elevado nivel de vida junto a su primera esposa, pero hacía años que se había amoldado a la actual situación económica. En la actualidad junto a su pareja tenía una pequeña empresa azulejera que trabajaba para Porcelanosa y su hijo estudiaba en el colegio Pío XII, muy cercano a esta zona de viviendas unifamiliares. El niño también estaba en la cantera de fútbol del Villarreal en la categoría alevín.
La familia tenía raíces en el municipio castellonense. Nunca habían tenido problemas aparentes, lo que ha disparado las especulaciones. Ante el impacto de la noticia, el Ayuntamiento decidió habilitar una clase del colegio Pasqual Nácher, contiguo a la vivienda del presunto homicida y sus víctimas, para prestar asistencia psicológica a los familiares y allegados. La mujer, que ahora mismo trabajaba con su marido, era hermana de un exconcejal de Villarreal y en la actualidad, dos ediles, tanto del equipo de gobierno como de la oposición, eran familiares directos de ella.
El matrimonio se conoció hace más de quince años. Vicente estaba casado y fruto de ese primer matrimonio tenía una hija de 20 años, que pasaba temporadas con su padre ya que mantenían una muy buena relación.