Ryanair suaviza su restrictiva política comercial ante las quejas reiteradas de sus clientes

Ryanair, una de las aerolíneas más criticadas por quienes viajan en avión debido a las restricciones -en ocasiones muy singulares- de su política comercial, ha decidido suavizar este modelo. En un anuncio sorpresivo publicado ayer, anuncia varios cambios progresivos tras una serie de «extensas» encuestas a sus clientes.

Así, desde el próximo 1 de diciembre se podrá subir sin cargo un segundo bulto en sus aviones -eso sí, pequeño, como un bolso femenino o «el equivalente a una botella de vino»-, al tiempo que se reducirá un 50% el cargo por facturar equipaje en el mostrador.

Otro punto de queja reiterada entre sus clientes es el cargo por no imprimir la tarjeta de embarque, que también desde diciembre bajará de 70 a 15 euros. Asimismo, desde el 1 de noviembre se podrán hacer pequeñas correcciones en las reservas de billetes durante 24 horas, opción por la que hasta ahora venía cobrando una comisión.

Por último, los vuelos de Ryanair serán menos movidos, al menos los más madrugadores (hasta las ocho de la mañana) y los más tardíos (después de las nueve de la noche). En ellos sólo se podrán hacer anuncios de seguridad; nada de loterías ni otras promociones.

La compañía de bajo coste irlandesa, que revisará estas medidas en marzo de 2014, espera pasar de 80 a 110 millones de viajeros anuales en un plazo de cinco años.