Chiclana

Una tromba de agua colapsa la ciudad

La principal consecuencia de las fuertes lluvias de ayer fue el derrumbe de un muro que afectó a tres coches en la calle Francisco Liñán Barberá

CHICLANA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los datos de las estaciones depuradoras de Chiclana Natural señalan la caída de unos 24 litros por metro cuadrado de agua en sólo seis minutos, entre las 11.55 y las 12.01 horas de ayer. Un detalle que hace imaginar la tromba de agua que cayó en la ciudad durante unos cuarenta minutos.

La principal incidencia fue el derrumbe de un muro en la calle Francisco Liñán Barbera, junto al centro de salud de Jesús Nazareno. La pared cercaba una parcela vacía, donde las tierras se desplazaron hasta este límite y la empujaron con la fuerza del agua hasta derrumbarla. Aunque no hubo daños personales, sí fueron afectados tres coches que estaban aparcados en la calle, dos de ellos fueron los peor parados. La grúa no se los pudo llevar hasta que bomberos, policías locales y operarios de Chiclana Natural y Vías y Obras limpiaron la zona de arena y escombros.

Esta pared no es la primera vez que caía, ocurrió algo parecido hace unos años, también a causa de las lluvias.

Durante el mismo periodo de tiempo, el resto de la ciudad quedó colapsada por el fuerte chaparrón. Prácticamente todas las calles de Chiclana permanecieron anegadas y con importantes balsas de agua, que impedían el tránsito de los peatones y la circulación del tráfico.

Desde el mismo centro de la ciudad hasta la playa o el extrarradio, las calles quedaron impracticables, en la mayoría el agua cubría varios palmos desde el suelo. Muchos garajes y casas bajas acabaron afectados por el agua que entró, en algunos de ellos no dudaron en poner barreras para evitar más daños.

Los lugares tradicionalmente más inundables, como el Torno, la barriada del campo de fútbol o La Longuera fueron los peores escenarios. En el Centro de Iniciativas Juveniles Box llegó a entrar el agua en la planta baja.

Poco después de una hora desde la fuerte tromba de agua, la mayoría de calles afectadas volvían a la normalidad, aunque en muchas de ellas quedaba el rastro de la tierra que había quedado depositada, arrastrada por la lluvia.

Algunos ciudadanos hablaron de falta de previsión en la limpieza de husillos, personalmente lo hizo el colectivo vecinal Pilar del Cerrillo. Llevaban un tiempo demandando este servicio en la zona y lamentaron las inundaciones consecuentes de la zona.