Los exdelphi trasladan a Sevilla sus protestas de forma indefinida

Los extrabajadores de Delphi tienen muy poco que perder, más bien, nada. El colectivo ha optado por trasladar a Sevilla sus movilizaciones con el ánimo de hacerse notar ante la clase política andaluza. El objetivo de esta nueva protesta es que el Gobierno regional aporte una solución a un conflicto que dura ya casi siete años. Para ello, han planificado una serie de acciones que llevarán a cabo en la capital hispalense a partir del próximo 11 de noviembre con carácter permanente. Los representantes de los trabajadores han empezado a solicitar de la Delegación de Gobierno los permisos correspondientes para manifestaciones y acampadas.

El portavoz de UGT en el colectivo, Antonio Montoro, ha destacado que la situación de los 600 extrabajadores que aún quedan por recolocar «es límite». El pasado 10 de octubre agotaron la última prestación por desempleo y solo unos pocos podrán acceder a la ayuda familiar de 425 euros «que, en el mejor de los casos, llegará en diciembre». El Gobierno regional dio por zanjado a finales de 2011 el protocolo de amparo, también llamado Dispositivo de Tratamiento Singular (DTS), que firmó en junio de 2007 con los afectados por el cierre de la factoría. Este documento recoge el compromiso de la Junta, entonces en manos de Manuel Chaves, de sufragar su formación y, sobre todo, de recolocar a la mano de obra que quedó en la calle después del cerrojazo en Puerto Real de la multinacional.

No hay respuesta de la Junta

El Gobierno regional, ya con José Antonio Griñán en la presidencia, decidió unilateralmente dar por terminado el apoyo público a los exdelphi alegando para ello razones económicas. Es decir, la Junta asegura que no dispone de más fondos para cumplir con los acuerdos.

Desde entonces, los extrabajadores no han cesado en reivindicar en la calle el cumplimiento de este protocolo o, en su defecto, una solución que garantice su incorporación al mercado laboral. Sin embargo, no ha habido respuesta por parte de la Junta, pese a los contactos que han mantenido con los distintos grupos políticos. De hecho, IU llevó en su programa electoral la solución al conflicto de Delphi.

Los ánimos del colectivo están muy alterados y los representantes sindicales reconocen que ya no pueden controlar algunas acciones, «debido a la desesperación de varios padres de familia». La prueba más evidente de esta crispación colectiva tuvo lugar la pasada semana cuando el expresidente y diputado Manuel Chaves tuvo que salir escoltado por la Guardia Civil tras pronunciar una conferencia en la sede del PSOE de Chiclana. Un nutrido grupo de exdelphi se hizo fuerte en el exterior y despidió a Chaves bajo una lluvia de insultos y reproches.

El colectivo se desplazará el próximo 11 de noviembre a Sevilla, donde se instalará de forma indefinida, pero antes, el 29 de octubre, celebrará una concentración ante la Delegación Provincial de Empleo, en la plaza de Asdrúbal. Fuentes del colectivo han adelantado a LA VOZ que hasta su salida hacia Sevilla seguirán con las acciones de protesta en la Bahía. Este periódico ha podido saber que las familias de los afectados por el cierre de la factoría se encargan en estos momentos de preparar la logística necesaria para permanecer una larga temporada acampados en parques y plazas de la capital hispalense.