Salvador Mera tras salir elegido secretario general de UGT de Cádiz el pasado junio. :: LA VOZ
Caso de los ere

La ejecutiva de Mera aceptaría su dimisión y ya prepara el relevo en la dirección provincial de UGT

Las cuatro federaciones con más peso del sindicato están a favor de que se convoque pronto el Consejo para iniciar el cambio en la Secretaría General

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La salida de Salvador Mera de la Secretaría General de la UGT en Cádiz es cuestión de días, quizá de horas. Las cuatro federaciones con más peso de la central sindical son partidarias de que Mera abandone el cargo hasta que la Justicia se pronuncie sobre su imputación en el caso de los ERE fraudulentos. El líder sindical fue detenido el pasado 9 de octubre en Cádiz por orden de la jueza Alaya ante su presunta relación con el cobro de comisiones en la regulación de empleo que tuvo lugar en 2003 en la cuenca minera de Huelva. Mera prestó declaración ante la jueza dos días después de su detención y quedó en libertad con cargos, pero acusado de malversación y falsedad documental.

Nadie en la UGT de Cádiz duda de la honorabilidad e integridad de Mera. Los últimos datos reconocen que Salvador Mera no se ha enriquecido en absoluto con la tramitación de los expedientes, sin embargo, sí incurrió en un delito al solicitar de las empresas mediadoras de estos ERE, las aseguradoras Uniter y Vitalia, el pago de 188.000 euros en concepto de gastos sindicales y asesoramiento, este dinero, según se desprende de la investigación, fue a parar a las arcas de la dirección regional de UGT para una supuesta financiación irregular del sindicato. Esta mediación la llevó a cabo Salvador Mera antes de convertirse en secretario provincial de UGT en Cádiz. Su participación en el expediente de la denominada Faja Pirítica de Huelva tuvo lugar cuando era responsable de la Federación de Industrias Afines de UGT en Andalucía.

Un candidato de consenso

Dos semanas después de su detención y puesta en libertad con cargos, el sindicato en Cádiz ha movido ficha y un amplio sector se ha mostrado partidario de facilitar la salida de Mera hasta que se aclaren las cosas. Cabe recordar que Salvador Mera puso su cargo a disposición del sindicato nada más abandonar los juzgados sevillanos, sin embargo, aún no ha tomado una decisión clara sobre su posible salida de la dirección provincial. La federación del Metal fue la primera en solicitar un cambio de rumbo en la organización. De hecho, a mediados de la pasada semana el sindicato celebró en Cádiz un Consejo Provincial donde Salvador Mera reiteró el mensaje de que estaba a disposición del sindicato. En aquella reunión, las distintas federaciones y su propia ejecutiva decidieron tomarse un tiempo para reflexionar.

Una semana después, se han ido sumando nuevas voces críticas en el seno de la organización. Si el Metal fue la avanzadilla pidiendo un giro, ahora también lo solicitan las federaciones de Transporte, Educación y Servicios Privados. Las que, de momento apoyan la continuidad de Mera al frente de la dirección son la Federación de Servicios Públicos y la Federación de Industrias Afines. No obstante, la propia ejecutiva de Salvador Mera estaría también alineada en la tesis del cambio. Este periódico ha podido saber que sus miembros han pedido a Mera la salida digna de la Secretaría Provincial hasta que se aclare el asunto de los ERE falsos.

La juez Alaya retiró el pasaporte a Mera y le obliga a presentarse cada quince días en el juzgado. Además, le ha impuesto una fianza civil de 251.000 euros. Ante este panorama, la dirección de UGT en Cádiz ya prepara el relevo en la dirección y lo quiere hacer de una forma pacífica. La ejecutiva no es partidaria ni de la implantación de una gestora ni tampoco de la convocatoria de un congreso extraordinario para la elección del nuevo líder. Las federaciones tratan de llegar a un acuerdo para que en el próximo Consejo Provincial se defina la forma más ágil de cambiar la dirección provincial sin que se dañe más al sindicato. Para ello se piensa en la convocatoria de un Comité, de donde se postulará uno o varios de sus miembros. De la reunión saldrá un candidato de consenso, que gobernaría con la actual ejecutiva.