ESPAÑA

La federación niega ahora que tenga discrepancias internas

Duran achaca a la presión periodística que llegara a hablar de ruptura de la federación nacionalista

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Las polémicas y los reproches se producen a diario, pero sin embargo, para CiU los vínculos entre los socios de la coalición, Convergència y Unió, son como una balsa de aceite, todo va sobre ruedas y no hay discrepancias. «Trabajamos con normalidad», expresó ayer el número dos de la federación, Josep Antoni Duran Lleida, quien tras haber pronosticado la semana pasada la ruptura, afirmó que sus relaciones con Artur Mas han mejorado. Solo admitió alguna divergencia con el pliego de agravios que hizo público el Gobierno catalán y que cuantificó en más de 9.000 millones la deuda del Estado con Cataluña.

Después de la reunión de la ejecutiva de la federación, Duran culpó a la insistencia periodística el hecho de que acabara advirtiendo del riesgo de ruptura. «Los dos nos sentimos integrados», dijo. Eso sí, la reunión de la cúpula de CiU trató de cerrar filas y evitó los temas espinosos: el contenido de la pregunta de la consulta, la intención de Convergència de concurrir a las europeas junto a Esquerra y la fecha del referéndum.

Aun así, Duran se mostró partidario de que la pregunta o preguntas se pacten entre CiU, Esquerra, Iniciativa per Catalunya, y también PSC. Y sobre las europeas, lanzó un dardo a sus socios, a los que recordó que Esquerra trabaja para presentarse con Amaiur.