La justicia rebaja a dos años de inhabilitación la pena impuesta a Berlusconi por fraude
El cumplimiento del fallo por el 'caso Mediaset' queda en el aire hasta que el Senado vote su expulsión, lo que puede durar varios meses
ROMA. Actualizado: GuardarEl Tribunal de apelación de Milán redujo ayer de cinco a dos años la pena de inhabilitación para el ejercicio de cargo público a la que había sido condenado el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi por fraude fiscal por el 'caso Mediaset'. El magnate, ausente en la audiencia de ayer, puede ahora apelar ante el Tribunal de Casación. El veredicto puede costarle al tres veces primer ministro su cargo como senador, pero para eso, la cámara deberá validar la decisión judicial de ayer, un procedimiento que puede durar semanas o meses.
La expulsión del Senado sería una humillación para el magnate de la prensa, que ha desempeñado cargos parlamentarios desde que entró en política en 1994. «Ésta es la última pieza de un mosaico que pretende eliminar de la escena política al líder de 10 millones de italianos, y que va a fracasar», dijo en una primera reacción Renato Schifani, principal senador de la formación de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad.
El Tribunal de Casación, máxima instancia jurisdiccional, confirmó el 1 de agosto la condena de 'Il Cavaliere' a una pena de cárcel por fraude fiscal, pronunciada previamente en instancia de apelación. Sin embargo, la Corte anuló otra pena «accesoria» que prohibía a Berlusconi, de 77 años, ejercer un cargo público durante cinco años, y consideró que había que reducirla a un período de entre uno y tres años. Finalmente serán dos, en virtud de la decisión del tribunal de apelación milanés.
En cuanto a la pena de prisión, cuatro años reducidos a uno gracias a una amnistía, no la purgará en la cárcel por razones de edad. El exmandatario ha decidido hacer trabajos de interés general en la capital italiana, donde ha fijado su residencia. Pero un tribunal deberá validar esa opción, y el lugar en el que el ex primer ministro tendrá que realizarlos.
El principal temor ahora en Italia es que regrese el clima de tensión previo al 2 de octubre, cuando el frágil Gobierno de coalición de Enrico Letta ganó el voto de confianza del Parlamento, sorteando una nueva maniobra diseñada por Silvio Berlusconi.