Susana Díaz asegura «un buen presupuesto» para 2014 y descarta un adelanto electoral
La presidenta avanza que todo lo que sea «superfluo se va a quedar en el camino», pero solo concreta que blindará la partida destinada a la dependencia
SEVILLA. Actualizado: GuardarLa presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, aseguró ayer que pese al nuevo ajuste de 1.200 millones de euros, el presupuesto para 2014 «será un buen presupuesto». En un foro organizado por la cadena 'Ser' en un hotel sevillano, Díaz quiso disipar con esta frase que los roces con el socio de gobierno, Izquierda Unida, en la elaboración de las cuentas no impedirán el acuerdo. Para no dejar lugar a dudas, la mandataria de la Junta manifestó que piensa agotar la legislatura. «No contemplo ningún adelanto electoral», zanjó en el turno de preguntas dando por sentado que el pacto con IU, de la que subrayó su lealtad, aguantará.
Una respuesta de manual tras cumplirse 40 días solo como presidenta de la Junta andaluza, pero que dada la tensión existente con Izquierda Unida en la negociación presupuestaria, adquiere mayor relevancia. Máxime cuando, entre los más de 300 invitados al desayuno-coloquio celebrado en el hotel Alfonso XIII, no había ningún consejero de IU, ni siquiera el vicepresidente, Diego Valderas, que sí estuvo con Díaz en el Ritz de Madrid. Valderas excusó su ausencia por un viaje precisamente a Madrid, para presenciar en la tribuna del Congreso el debate sobre la ley de reforma local. En su lugar acudió su viceconsejero, José Antonio Pérez Tapias. Fuentes del Gobierno no quisieron dar importancia a las ausencias.
¿Pero cómo serán esos presupuestos sobre los que la misma presidenta reconoce «serias dificultades» en su elaboración? Díaz avanzó algo, pero sin mucha concreción. Lo más concreto y novedoso que dijo fue que se blindará la partida para la dependencia. Esta fue este año de 1. 146 millones de euros.
Reiteró que no habrá subida de impuestos ni nuevas tasas impositivas, descartando que se aplique la de las grandes superficies, como exige Izquierda Unida, aunque esta formación ha asumido que no será posible. «Tenemos que revisar la presión fiscal y hacerla más justa», mencionó sin especificar cómo.
Sector público
Respecto a otra petición de IU, la de quitar grasa a las empresas públicas, la llamada administración paralela de la Junta, Susana Díaz recordó que el 90% del presupuesto de aquellas se destina a servicios tan esenciales como la lucha contra incendios, mencionando el plan Infoca. Luego admitió que habrá ajustes, aunque con el objetivo de preservar «al máximo» el empleo público. «Lo que sea superfluo se va a quedar en el camino», respondió sobre las empresas de la Junta.
Un aviso que extiende en realidad a todo el gasto de la Administración. «Habrá cosas que tendremos que dejar de hacer». «Se les va a exigir un esfuerzo de eficacia a todos los miembros del Gobierno, que hagan lo mismo con menos dinero». Son mensajes que a las claras vaticinan unos presupuestos nuevamente reducidos en inversiones.
Díaz, no obstante, subrayó que frente a los presupuestos de «renuncia» del Estado, los de la Junta serán de «desafío ante la crisis» con el empleo y el blindaje del bienestar social como principal objetivo. Reiteró el compromiso de dotar con 150 millones de euros un plan para la reindustrialización de las pequeñas y medianas empresas, con incentivos reembolsables, y 800 nuevas plazas en la enseñanza pública.
Balanzas fiscales y ERE
Díaz respondió sobre la polémica de las balanzas fiscales de las comunidades autónomas, que ella es partidaria de que se publiquen, pero advirtió que su Gobierno no va a consentir que sirvan de «coartada» para que vivan mejor unos ciudadanos que otros. «Por ahí no vamos a pasar», dijo en alusión a las regiones como Madrid y Barcelona, donde residen muchas grandes empresas que hacen negocio en Andalucía.
Díaz rehuyó analizar la instrucción de la jueza Alaya sobre los ERE fraudulentos y recalcó una vez más que ha «empeñado» su palabra de que va a ser «implacable» en su lucha contra la corrupción. Ahora bien, pide celeridad a la jueza. «Los ciudadanos no entenderían que después de la instrucción algunos delitos hayan prescrito». A los sindicatos UGT y CC OO le pidió la misma «transparencia y contundencia» contra la corrupción que ella ha aplicado en su Gobierno.