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La diplomacia exige decoro
La ONU cubre el pene de una escultura en Ginebra antes de la visita de una delegación iraní para negociar con la UE el contencioso nuclear
Actualizado: GuardarSe avecinan cambios en Irán, pero por ahora con las cosas del sexo no se juega. Hasán Romaní, el nuevo hombre fuerte del régimen, se presenta con un talante abierto, aunque parece ser que en lo tocante a las partes pudendas se guía con cautela. La sede del Consejo de Naciones Unidas en Ginebra luce una escultura de un hombre tumbado con el sexo al aire. En vísperas del comienzo de negociaciones entre la UE e Irán sobre el contencioso nuclear, los organizadores del encuentro han preferido velar la escultura, no sea que los iraníes se sientan incómodos ante el desnudo del conjunto escultórico. Si es por el desarme, bienvenidos sean los ocultamientos.
Una pantalla blanca cubre los desahogos del escultor, que no es otro que Eric Gill, un británico al que no le tiembla el cincel si tiene que representar a Adán como Dios le trajo al mundo. La pieza de la discordia, ante la que los persas no quieren fotografiarse, está inspirada en un fresco de Miguel Ángel y lleva por título 'La Creación del hombre'.
La obra no es ni mucho menos fruto de los desvaríos nacidos de una mente libertina, entre otras cosas porque el pene del hombre figura en estado de reposo. Además, Gill esculpió un bajorrelieve, lo que aminora las protuberancias carnales. Según informa en internet el diario La Tribune de Genève, la lámina fue puesta hace varios días, en prevención de que el naturalismo en arte irrite a los iraníes. En el país de los ayatolás el puritanismo es moneda corriente. Los patrocinadores del cónclave deben de haber pensado que más vale un órgano sexual tapado, aunque ofrezca muestras de languidez, que un misil nuclear en toda su pujanza.
Delante de la pantalla se han colocado dos banderas, la de la UE y la iraní, por si el panel que esconde a Adán necesita refuerzos. La escultura, hecha en mármol, es un regalo que el Reino Unido hizo en 1938 a la Sociedad de Naciones, antecedente de la ONU. Tres cuartos de siglo lleva Adán mostrando su miembro viril sin que la comunidad internacional haya hecho 'casus belli' del frontispicio en cuestión.
Las consultas entre europeos e iraníes se celebrarán en los salones privados, en cuya entrada se exhibe la obra. Aunque sobre la iniciativa hay mucha discreción, ha sido Suiza, el país que acoge las conversaciones, el que ha pedido que nada turbe la mirada limpia de los negociadores islámicos.
Según una portavoz del ministerio suizo de Exteriores, la pantalla se colocó para disponer de un «fondo neutro» para realizar las fotos. Quizás los europeos hayan pecado de exceso de celo, pues una de las pretensiones de Irán hace tiempo era aumentar su natalidad.