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El Gobierno equipara a Gibraltar con Andalucía en las negociaciones con Reino Unido sobre la colonia
Susana Díaz reclama a García-Margallo que suavice los controles de la Verja en la primera visita institucional de un ministro a su despacho
SEVILLA. Actualizado: GuardarLa presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha dado su conformidad a la propuesta del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, de la participación de Andalucía en los foros abiertos entre los gobiernos de España y Reino Unido para dar salida al conflicto de Gibraltar mediante acuerdos de cooperación regional. Margallo explicó que Andalucía participará en aquellos asuntos en los que tenga competencias, como pesca, medioambiente, educación y sanidad, al mismo nivel que Gibraltar. Es decir, el Gobierno equipara a la comunidad autónoma andaluza y al ejecutivo de Fabian Picardo, que siempre ha defendido una relación trilateral entre Reino Unido, España y su gabinete.
Esta es la fórmula que aceptó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2005, cuando se aprobó el acuerdo de Córdoba del llamado foro tripartito: España, Reino Unido y Gibraltar. En aquel pacto se fijó un segundo nivel de conversaciones en el que participaría la Junta de Andalucía en aquellos asuntos que, por razones de vecindad con la colonia, afectaban al territorio andaluz. Se trataba también de pesca, sanidad (hubo un compromiso de construir un hospital nuevo en La Línea y aeropuerto compartido). Solo hubo una reunión en 2007, a la que acudió Gaspar Zarrías, entonces consejero de Presidencia.
El Gobierno de Rajoy desmontó a su llegada el foro tripartito para defender solo la legitimidad de Reino Unido como interlocutor, postura en la que ha sido inflexible tras arrojar Picardo 70 bloques de cemento a la cornisa marítima perjudicando a los pescadores gaditanos. «Se trata que en estas reuniones haya dos banderas, una británica y otra española, o si se extienden las banderas, que sea una posición equilibrada y que la Junta de Andalucía tenga una posición, un estatus y una representación similar a la que tienen las autoridades de la colonia», explicó el ministro.
Díaz no solo mostró su respaldo a García-Margallo en la postura española, diferente en cierto modo a la que tuvo Zapatero, sino también su disposición a colaborar. La presidenta, no obstante, hizo una petición a cambio: suavizar los controles en la verja para dejar pasar a los trabajadores de La Línea al Peñón, una situación que perjudica la economía de la comarca. El ministro no respondió con ningún compromiso. «Se limitó a escuchar y ha dicho que lo mirará con atención», admitió el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios.
Delegaciones
En el encuentro de una hora larga celebrado en la sede de la Presidencia de la Junta, el palacio de San Telmo en Sevilla, se habló también de la ley de Acción Exterior y del acuerdo transfronterizo con Marruecos en el que participa Andalucía. Sobre la norma, a punto de aprobarse, García-Margallo reconoció que no se obligará a las comunidades a prescindir de sus delegaciones en el extranjero, aunque el objetivo es que ahorren costes bajo el paraguas de las estructuras del Ministerio de Exteriores.
La presidenta confirmó al ministro que mantendrá la delegación de Bruselas, mientras que irá estudiando una a una las oficinas comerciales de Extenda en 19 países para ver si le es más rentable integrarlas en las del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), que también cobra por ello a las comunidades. La Junta ya ha accedido a integrar en estas sus oficinas de Extenda de Tokio, Londres y México D. F.