Sociedad

Una década de 'Kill Bill', el homenaje de Tarantino al cine de artes marciales

MADRID. Actualizado: Guardar
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Cuando 'Kill Bill: Volumen 1' se estrenó en octubre de 2003, los amantes de las artes marciales, las catanas y la cultura nipona en general crecieron notoriamente. Escrita y dirigida por Quentin Tarantino, narra la historia de una mujer embarazada que casi es asesinada en el ensayo de su boda y que, tras cuatro años de coma, despierta obsesionada con la venganza. La llevará a cabo en Japón en la primera parte de esta película de culto del director americano.

Uma Thurman se preparó a conciencia y se entrenó en varias disciplinas de artes marciales, aprendió el manejo de diferentes tipos de espadas japonesas y estudió el idioma. Las referencias a la cultura, al cine y a la tradición niponas en el largometraje son tan numerosas que el propio Tarantino ofreció una recompensa de un millón de dólares al que se las enumerara en su totalidad (incluyendo las dos entregas). Que se sepa, actualmente el premio sigue desierto, aunque algunas de estas son obvias, como la escena más importante de 'Kill Bill: Volumen 1'. Una gran batalla en la que la protagonista, la Novia, se enfrenta a los 'yakuza' del grupo 'Los 88 maníacos'. El festival de sangre se desarrolla en un típico restaurante japonés y fue editado en blanco y negro para salvar la censura en todo el mundo salvo en Europa y Japón. Este local existe en realidad y está abierto al público. Se llama 'Gonpachi', está en el barrio tokiota de Minato y, además de ser famoso por ser el escenario de la gran matanza de la película, es muy conocido por sus excepcionales 'soba', fideos de alforfón.

Estilo Godzilla

El maestro artesano de catanas, que ayuda a la Novia a hacerse con una de estas armas, fue interpretado por Sonny Chiba, un icono del cine de artes marciales de los 70 y también fabricante de espadas japonesas. Pero Tarantino fue más allá en su pasión por el estilo nipón. La secuencia de la llegada de la Novia a Tokio en avión está grabada con la técnica de las películas japonesas de 'kaiju' de los años 60, como 'Godzilla',y Consiste en la utilización de pequeñas maquetas de cartón. Precisamente, la ciudad de Tokio que aparece en esta escena es una de estas miniaturas que los Estudios Toho usaron en las producciones del monstruo nipón más famoso.

Y en los créditos iniciales del largometraje de Tarantino, se incluye una dedicatoria al director japonés Kinji Fukasaku, creador de la popular película 'Battle Royale', en la unos adolescentes de instituto se tienen que matar para sobrevivir.