Una mujer observa mensajes de apoyo a la mandataria frente al hospital donde estuvo ingresada. :: MARTÍN DI MAGGIO / EFE
MUNDO

Cristina abandona el hospital

La presidenta argentina recibe el alta pero los médicos le advierten de que deberá cumplir con «un estricto reposo por treinta días»

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
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Con la indicación de seguir un «estricto reposo por treinta días», la jefa del Gobierno argentino, Cristina Fernández, fue dada de alta ayer del Hospital Universitario Fundación Favaloro, donde había sido operada el martes de un hematoma en el cráneo producto de un traumatismo. La mandataria, que se trasladó a la residencia presidencial de Olivos, seguirá un riguroso «control clínico, cardiológico, neuroquirúrgico y neurológico», precisó el parte médico difundido poco antes de producirse su salida de la clínica.

El secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, dio la noticia en la puerta del hospital y aseguró que la presidenta está «con excelente ánimo». Con el alta ya otorgada, Cristina cumplió casi una semana de internación. El sábado 5 había acudido a la clínica por una fuerte cefalea, y luego de recibir el diagnóstico de una «colección subdural crónica», como identificaron los médicos al hematoma, le prescribieron reposo. No obstante, la mandataria debió volver a consultar al día siguiente por la persistencia del dolor de cabeza y por un hormigueo en el brazo izquierdo.

Empatía ciudadana

Los médicos decidieron ingresarla en la clínica el lunes 7 y operarla al día siguiente para evacuar el hematoma. La intervención fue exitosa y la presidenta se fue recuperando, pero debió permanecer en observación por cinco días. Ayer, «debido a la favorable evolución posoperatoria», remarca el parte, Cristina fue dada de alta. Los puntos de sutura se le quitarán a partir del décimo día pero se le indicó «estricto reposo» de un mes, y evitar traslados aéreos hasta que los mismos médicos lo autoricen.

La afección y la ausencia de Cristina del día a día despertaron una cierta empatía de los argentinos con su presidenta. Encuestas difundidas por algunos medios revelaron que en distritos muy populosos de la periferia de Buenos Aires, la mandataria subió de un 45 a un 50% de aceptación. De todos modos, ese incremento de las adhesiones difícilmente se traduzca en apoyos a sus candidatos para las elecciones legislativas del 27 de este mes, cuando se augura una derrota del oficialismo en el principal distrito, al provincia de Buenos Aires.

Otra medición realizada por la consultora Poliarquía confirmó la falta de confianza de la ciudadanía hacia el vicepresidente, Amado Boudou, que a pesar de ser el funcionario con peor imagen del Gobierno argentino asumió como mandatario temporal con un alto perfil y asiste a todos los actos proselitistas a los que debió ir Cristina. El sondeo revela que 38% de los consultados cree que Boudou no está «nada» capacitado para el puesto mientras que un 26% lo considera «poco capacitado».