Economia

Las grandes eléctricas de la UE prevén apagones si no hay cambios normativos

El G-10, con Iberdrola y Gas Natural al frente, pide eliminar subsidios públicos a las renovables «no maduras», como la fotovoltaica

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Diez de las principales energéticas europeas, entre ellas Iberdrola y Gas Natural, unieron ayer sus voces por primera vez en Bruselas para advertir de graves consecuencias, como apagones, si no existe un cambio de rumbo radical en la políticas impulsadas desde la Comisión Europea y sobre todo desde los Estados miembros, que han supuesto «un fracaso». Una propuesta común basada en dos ideas: menos intervencionismo político y reducción o incluso eliminación de los subsidios a las renovables. «No todas, sólo a las que no son maduras (como la fotovoltaica)», puntualizó el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, que compartió atril con el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca.

Junto a ellos estuvieron los primeros espadas de Enel, ENI, GDF Suez, RWE, E.On, Gasterra, Vattenfall y CEZ Group, que de forma hasta ahora inédita hicieron un llamamiento a las instituciones ante una situación «crítica». «Con el sistema bancario se actuó tarde y sólo se pudo solventar un grave problema. Aquí estamos a tiempo de actuar antes de que ocurra algo», insistió Galán.

Estas diez grandes firmas representan el 50% de la capacidad energética europea -el 30% en renovables- cuentan con 630.000 empleos, tienen 213 millones de usuarios e invierten al año «decenas de miles de millones». Cifras que jalonan su carta de presentación con el propósito de alertar de que sus advertencias no deberían caer en saco roto, ya que el actual marco regulatorio «no garantiza la seguridad de suministro y provoca un encarecimiento de la factura tanto para consumidores -un 17% en cuatro años- como para las empresas -un 21%-, que están dejando de ser competitivas».

Menos competitividad

El problema de los apagones no es ajeno a España. Galán señaló que existe «una flota de algunas decenas de miles de centrales que están paradas y que obviamente, en un momento determinado vamos a cerrar». En el último año Iberdrola ha cerrado «3.000 megavatios y tenemos anunciado el cierre de algunos más. Lo lógico es que centrales que no funcionen se cierren».

Las que siguen en el punto de mira del G-10 energético son las renovables. «El aumento de la producción de renovables está expulsando del mercado otras tecnologías más baratas, en particular las turbinas de ciclo combinado de gas, y por tanto aumentado el precio final», denunció Villaseca. «Hay que abordar las subvenciones a las tecnologías inmaduras (huertos solares) y usar los fondos para las maduras (eólicas)», reclamó Sánchez Galán.

En relación al intervencionismo, el presidente de Iberdrola no se anduvo por las ramas: «No es lógico que en los países de la UE más del 50% de nuestra factura corresponda a decisiones políticas, nada que ver con quienes generamos y distribuimos energía; mientras, en EE UU esa cifra es inferior al 10%». Tras lamentar que Europa haga el juego a China con la importación de paneles solares en favor de una energía diez veces mas cara que centrales ya existentes, invitó a los «políticos a dar la cara y solucionar los problemas en lugar de trasladarlos a quienes no han tenido arte ni parte», consumidores y firmas del sector.

Las advertencias parece que tuvieron su efecto. Dos horas después la Comisión Europea anunció que este mes propondrá ideas a los estados miembros sobre cómo reformar sus sistemas nacionales de subvenciones a las energías renovables para que se orienten más al mercado, «basándose en mejores modelos». «Al principio estaba bien dar subsidios para impulsar nuevas tecnologías. Pero después de algunos años, hemos visto que eso implica también gastos muy elevados», resaltó la portavoz de Energía, Marlene Holzner.