Los exdelphi cargan contra el delegado de la Junta en Cádiz en un acto público
El colectivo esperó a López Gil en el Aulario de la UCA, donde se lanzaron insultos y reproches hacia toda la comitiva de autoridades que asistió a las jornadas
| CÁDIZ. Actualizado: GuardarAlta tensión. El colectivo de extrabajadores de Delphi protagonizó ayer por la mañana una nueva acción de protesta, que se llevó a cabo en Cádiz frente al edificio Constitución 1812, en las inmediaciones de Santa Bárbara. La plantilla se dio cita a primera hora con el ánimo de llamar la atención de las autoridades políticas que iban a asistir en el Aulario de la Bomba a unas jornadas sobre desarrollo logístico, organizadas por la UCA y la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz. El acto contó con la asistencia de la viceconsejera de Presidencia, María Felicidad Montero, el delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, la alcaldesa de Puerto Real, Maribel Peinado (PA), y el concejal del Ayuntamiento de Cádiz y diputado provincial, Ignacio Romaní (PP), entre otros. Los antiguos trabajadores de la planta de automoción se apostaron en las proximidades del edificio con el ánimo «de dar la bienvenida» a los representantes de la Junta y recordarles que «el conflicto sigue abierto». De hecho, ayer acabó la prestación por desempleo para la totalidad de los afectados por el cierre de la factoría que aún siguen sin recolocar. A partir de ahora, los exdelphi están abocados a la ayuda familiar, unos 425 euros, y no todos pueden ser perceptores de ella.
El colectivo aguardó bajo un ambiente de crispación la llegada del consejero de Presidencia, el gaditano José Manuel Jiménez Barrios, sin embargo, quien apareció en la conferencia en su lugar fue su viceconsejera. El altercado se produjo justo cuando los extrabajadores advirtieron la llegada del delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, que, según han denunciado los propios exdelphi, minutos antes de su entrada en el Aulario había realizado unas declaraciones sobre el dinero público invertido en este conflicto, que ya va para siete años. Los ánimos estaban muy exaltados y el colectivo abucheó a toda la comitiva de autoridades. López Gil salió del acto público entre insultos y reproches de los extrabajadores. Un cordón policial se encargó de abrir camino y evitar con ello que la situación fuera a mayores. Al término, los agentes de Policía pidieron la documentación de cuatro de los manifestantes que se encontraban en la puerta del Aulario.
El colectivo ha anunciado que seguirá con sus movilizaciones sorpresa hasta que la Junta se siente a negociar una alternativa para los 600 extrabajadores de Delphi que aún siguen bajo el protocolo de junio de 2007 y que, sin embargo, la Junta ha dado por zanjado argumentando que no hay más fondos públicos para cumplir con los compromisos adquiridos en ese documento. La plantilla reprochó a López Gil el dinero público que se ha despilfarrado por parte de la Administración regional durante los últimos años con el caso de los ERE fraudulentos. Los portavoces sindicales de los exdelphi reconocen que la situación se puede ir de las manos en cualquier momento, ya que no pueden controlar «la reacción de un colectivo que no tiene para comer».