Un sacerdote copto bendice una iglesia atacada por radicales islamistas en Egipto. :: KHALED DESOUKI / AFP
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Cristianos, cada vez más inseguros en Egipto

Denuncian la falta de protección de las autoridades a una minoría convertida en objetivo de los islamistas tras la caída de Mursi

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Tres meses después del golpe militar contra Mohamed Mursi los cristianos egipcios se han convertido en «chivos expiatorios» tras la represión de las fuerzas de seguridad contra los sectores islamistas. El último informe de Amnistía Internacional (AI) revela «la magnitud de la inacción de los servicios de seguridad a la hora de proteger a esta minoría», que supone aproximadamente el 9% de los ochenta millones de ciudadanos de un país donde la mayoría es musulmana suní.

«Debería haberse previsto una reacción violenta contra los cristianos coptos y, sin embargo, las fuerzas de seguridad no impidieron los ataques ni intervinieron para acabar con la violencia», denunció Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África del organismo internacional, en la presentación de un estudio que detalla que desde el 14 de agosto, fecha del asalto a las acampadas islamistas en El Cairo, «más de doscientas propiedades de cristianos fueron atacadas y 43 iglesias resultaron gravemente dañadas».

Sahraoui pidió a las autoridades interinas, inmersas en un proceso de transición marcado por los episodios de violencia en las calles, que actúen cuanto antes ya que «si los responsables de los ataques sectarios no son puestos a disposición judicial, se transmitirá el mensaje de que los coptos y otras minorías religiosas son blancos legítimos. Las autoridades deben dejar totalmente claro que no se tolerarán ataques sectarios».

La impunidad denunciada por el informe de AI se puede trasladar al Ejército, responsable ahora hace dos años de la mayor matanza que han sufrido los coptos en los últimos tiempos. Los militares que blindaban el edificio de la radio televisión pública a orillas del Nilo, conocido como Maspero, abrieron fuego contra una manifestación de coptos que pedía protección de las autoridades ante los repetidos ataques a iglesias.

La marcha contra la inoperancia de la Junta Militar, que gobernaba el país de forma interina aquellos días tras la caída de Hosni Mubarak, acabó con 28 muertos por disparos o aplastados bajo los blindados. El Ejército acusó a los coptos de intentar asaltar el edificio y, aunque se abrió una investigación oficial, tan sólo 3 soldados rasos han sido juzgados y condenados a pequeñas penas de prisión por homicidio involuntario, pero sus responsables últimos siguen libres.

Militares patriotas

Los últimos acontecimientos en el país, sin embargo, parecen haber llevado a los cristianos a pasar página y olvidar esta matanza para volver a reconciliarse con el Ejército al que ven como salvador por haber acabado con el Gobierno de los Hermanos Musulmanes.

«El enfado sigue presente en la comunidad y esperamos que se haga justicia, pero los coptos estamos agradecidos al Ejército por su patriótica posición en apoyo a los egipcios el 30 de junio (fecha de la protesta multitudinaria contra Mohamed Mursi)», confesó al diario egipcio 'Al-Ahram' Youssef Sidhom, director del semanario copto 'Watani'.

Mina Thabet, líder del Movimiento Jóvenes de Maspero, aseguraba en una entrevista mantenida con este enviado especial en El Cairo recientemente que «la relación con los militares ahora es buena. Ellos al menos son patriotas, no como los Hermanos Musulmanes, que han tratado de vender el país a Catar. No se puede culpar a todo el Ejército de la actuación de aquel grupo de soldados en Maspero, es momento de estar unidos».