El periódico mexicano 'La Razón recoge el momento del parto.
Sociedad

Un parto doblemente doloroso

Investigan a un hospital de México por negarse a atender a varias parturientas indígenas que deben dar a luz en la calle

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Irma López, una indígena mazateca del estado mexicano de Oaxaca, dio a luz a su tercer hijo sola, sin ayuda de ningún médico o comadrona, en un jardín de la calle a plena luz del día. Ese parto no responde a ningún tipo de tradición ancestral, o a una nueva tesis naturalista, sino a la desesperación de una madre tras la negativa del hospital al que acudió para atenderla. Desamparada y tras permanecer ignorada en el centro durante horas, no tuvo más remedio que traer a su hijo al mundo en la zona ajardinada frente al centro médico ante el asombro y la perplejidad de numerosos vecinos que pudieron inmortalizar tan dramático momento. La foto de Irma con el rostro desencajado por el dolor y su hijo tirado entre la hierba, aún con el cordón umbilical, ha impactado en la sociedad mexicana, que exige a los responsables políticos una investigación. Y es que no es la primera vez que ocurre algo así en el mismo centro.

Los hechos se registraron el 2 de octubre en la clínica pública del municipio de San Felipe Jalapa de Díaz, de unos 6.000 habitantes, la mayoría indígenas. Según informa la prensa mexicana, Irma, de 28 años, se despertó por la noche con fuertes dolores y pronto rompió aguas. Inmediatamente salió con su marido hacia el hospital. Una vez allí, y a pesar de que los médicos comprobaron su estado, con dilatación suficiente para iniciar el parto, decidieron no atenderla. Irma deambuló por los pasillos del centro durante dos horas. Pero por la mañana las contracciones eran insoportables. La experiencia -ya había tenido dos hijos- le decía que era el momento de empujar.

Salió como pudo a la calle y entre gritos de dolor dio a luz ante la mirada de su esposo, vecinos y viandantes. Por suerte, el bebé nació sin complicaciones. El revuelo llegó hasta el hospital y, entonces sí, las enfermeras salieron y les atendieron. El recién nacido, un niño de 2,4 kilos, se encuentra «completamente sano», según informaron en el centro médico. La madre también se recupera del esfuerzo.

Sin embargo, las imágenes que los vecinos captaron levantaron una fuerte indignación. «De manera reiterada hemos detectado anomalías en el servicio de salud en Oaxaca, y principalmente en agravio de mujeres indígenas o mujeres que viven en zonas marginadas de la entidad», explicó Arturo Pemibert, presidente de la Comisión Estatal de Derechos de Oaxaca.

«El incidente se registró debido a la falta de personal, porque el médico del turno matutino llega a las ocho de la mañana y la mujer había llegado a la clínica media hora antes, a las siete y media», dijo a la prensa el director del centro de salud público, Adrián Cruz. Una versión que contradice lo apuntado por Irma. Lo cierto es que no es la primera vez que ocurre algo así en el mismo centro. En julio otra indígena dio a luz a una niña en el césped del mismo centro de salud «porque no había personal de guardia». Las autoridades han prometido iniciar una investigación para comprobar si hubo negligencia.