Economia

El Gobierno abre la red de paradores a la franquicia para mejorar su explotación

MADRID. Actualizado: Guardar
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«El Estado no puede tener una red de hoteles que le cueste dinero». Bajo esta premisa, la presidenta de la red de Paradores, Ángeles Alarcó, trata de poner en rentabilidad una empresa que arrastra una deuda superior a los 110 millones de euros y que aún no ha salido de los números rojos. Este año tendrá unas pérdidas de 16,5 millones de euros -cuatro veces más que lo previsto en un principio-, que en 2014 se reducirían a la mitad.

En esa línea, la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, puso ayer sobre la mesa la posibilidad de «introducir nuevos modelos de negocio» en la red, entre los cuales estaría la franquicia. Según fuentes del sector, ya ha habido algún contacto preliminar con empresas turísticas, fundamentalmente hoteleras, para pulsar su grado de interés respecto a varias formas de colaboración público-privada en la explotación de los paradores.

No obstante, no se prevé la construcción de nuevos centros -al menos, a medio plazo-, puesto que la prioridad -apuntó Borrego en el Congreso- es poner en valor los paradores existentes y terminar los proyectos ya iniciados. Y es que la caída anual superior al 10% en los ingresos -con una ocupación que ha descendido del 70% al 52% en el último lustro- está lastrando mucho a esta sociedad pública, que a principios de año necesitó una inyección extra de capital para elevar sus fondos propios hasta los 202 millones y así afrontar las indemnizaciones por despido.

La dirección de Paradores pretendía la salida forzosa del 14% de la plantilla (644), aunque finalmente acordó con los sindicatos que el ERE se limitara a la mitad (350). También pactó no cerrar instalaciones -la dirección quería eliminar siete de los 94 hoteles que tiene disponibles en la actualidad- y reducir el número de clausuras temporales -finalmente fueron una veintena, con una media de 40 días-.