Don Felipe pasó revista hace días a las tropas en Pontevedra. :: EFE
ESPAÑA

Un decreto de Chacón permite que el Príncipe presida el desfile de la Fiesta Nacional

La exministra de Defensa dio honores castrenses al Heredero el 20 de mayo de 2010, en plena recuperación del Rey por el nódulo pulmonar

MADRID. Actualizado: Guardar
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La letra pequeña de un real decreto que pasó sin pena ni gloria hará posible que el Príncipe de Asturias presida por vez primera el desfile militar del 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional, en ausencia de don Juan Carlos, jefe de las Fuerzas Armadas.

Se trata de una ordenanza aprobada en 2010 por la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, sobre el Reglamento de Honores Militares, por el que las Fuerzas Armadas homenajean y manifiestan su respeto a Rey, a los símbolos nacionales y a determinadas personalidades y mandos militares: el jefe del Estado Mayor de la Defensa y los de los tres Ejércitos.

El 20 de mayo de 2010, Chacón puso al día un reglamento de su departamento de 1997 e introdujo como principal novedad la mención expresa «a quienes, como consortes, tengan la dignidad de Princesa o Príncipe de Asturias», que recibirá a partir de ahora honores militares en cualquier acto castrense.

Con esta decisión se arreglaba en cierto modo la disfunción que provocaba la graduación inferior del Heredero con respecto a los mandos de los Ejércitos, por ejemplo, en aquellos eventos en los que el jefe de las Fuerzas Armadas no estuviera presente.

Precisamente, esto es lo que ocurrirá el próximo sábado en el Día de la Fiesta Nacional, el acto institucional más importante del año, que por vez primera desde 1997, fecha en la que se empezó a conmemorar la festividad con un gran desfile en el centro de Madrid y una recepción posterior en el Palacio Real, no estará presidido por el Rey como máxima autoridad militar del Estado.

El real decreto aprobado por Chacón fue publicado en el BOE el 22 de mayo, está firmando por don Juan Carlos y recoge particularidades para cuando el Príncipe dirija actos castrenses como el del 12 de octubre, que pese a la novedosa foto de la presidencia y a las ausencias seguirá marcado por la austeridad (rondará el millón de euros de coste).

Dice la orden sobre Don Felipe: «Le corresponden los honores militares de arma presentada, himno nacional en versión breve, salva de diecinueve cañonazos y cinco voces de ¡Viva España!». Un protocolo similar al que tiene el ministro de Defensa. Por su parte, al Monarca se le rinde tributo con el himno nacional completo, salva de veintiún cañonazos y siete voces de «¡Viva España!».

La convalecencia del Rey

Como ocurre ahora con la convalecencia del Rey tras su operación de cadera, el anterior Gobierno tuvo que actualizar el Reglamento de Honores Militares para cubrir el vacío que dejaba la ausencia del jefe de las Fuerzas Armadas por otra intervención quirúrgica, en aquel caso la extirpación de un nódulo pulmonar.

El Rey fue intervenido el 8 de mayo de 2010 en el Hospital Clínic de Barcelona de un nódulo en el pulmón. Permaneció ingresado hasta el 11 de mayo. Entonces, desde la Casa Real se dijo que podría comenzar a retomar su agenda en unos días, como así ocurrió. No obstante, fue la primera vez en años que el Rey carecía de agenda oficial. Nunca había estado una semana completa sin algún acto desde que había asumido el trono.

El 20 de mayo se aprobó el citado real decreto y un día más tarde don Juan Carlos despachó con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en Zarzuela. Era la primera vez, desde que salió del hospital, que se volvía a ver una imagen del Rey y la Casa Real anunció ese día que poco a poco retomaría su actividad oficial.

El primer acto castrense tendría lugar el 30 de mayo siguiente, cuando junto a la Reina y los Príncipes presidió en Badajoz la celebración del Día de las Fuerzas Armadas. Era, lógicamente, su primera salida desde la operación y con el nuevo reglamento ya aprobado. Es decir, que si el Rey no hubiera podido acudir a Badajoz el Príncipe ya hubiera hecho los honores.

Precisamente, la regulación del papel del Heredero volvió a llegar al Congreso tras la nueva operación de cadera de su padre. UPyD registró una proposición no de ley a finales de septiembre en la que pidió que, en el plazo de seis meses, se regule la figura de la Regencia en el caso de que el Rey afronte una incapacidad no permanente.

Según el grupo parlamentario, esto incluye resolver las funciones expresas del Príncipe para evitar «una especie de diarquía» y situaciones contrarias al Título II de la Constitución, relativo a la Corona. No obstante, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, calificó de «frívola» la propuesta.