El Gobierno ofrece a Artur Mas un nuevo foro de diálogo bilateral
Sáenz de Santamaría tampoco ve factible la tercera vía del PSC y Unió, pero Rubalcaba insiste en que esa fórmula se abrirá camino
MADRID. Actualizado: GuardarEl Gobierno movió un peón en su pulso con Artur Mas y propuso que la comisión Estado-Generalitat, un foro en el que se discuten traspasos de competencias, adquiera un cariz más político y se convierta en el escenario en que el Ejecutivo central y el catalán dialoguen y busquen puntos de encuentro en sus diferentes ópticas sobre Cataluña. La oferta, que partió de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, esconde en cierta manera una trampa porque la parte catalana en esta comisión está presidida por Josep Antoni Duran i Lleida, interlocutor del Gobierno de Mariano Rajoy y con buena sintonía con Sáenz de Santamaría, pero que es la bestia negra del independentismo.
La número dos del Ejecutivo planteó que este foro podía pasar a ser una mesa para «mejorar la coordinación y la cooperación» entre ambas administraciones. Si el Gobierno de Mas está de acuerdo, dijo, habrá que concretar las funciones de este nuevo ente. «Les invito a recorrer ese camino», pero siempre desde «la lealtad institucional», comentó Sáenz de Santamaría tras la reunión del Consejo de Ministros.
Los contactos entre los Gobiernos de Rajoy y Mas se han limitado a un par de reuniones secretas entre ambos presidentes y las conversaciones, tampoco públicas, entre la vicepresidenta y el portavoz de CiU en el Congreso.
Es improbable que Mas se avenga a aceptar la oferta porque no controlaría los contactos ya que el representante de la Generalitat en la comisión es Duran, con el que tiene cada día más diferencias y es una figura inasumible para Esquerra, sostén del Gobierno catalán.
Sáenz de Santamaría evitó el tono de desdén que utilizó Rajoy cuando fue consultada por la tercera vía que defienden el PSC y Unió Democrática; una fórmula que plantea que Cataluña profundice su autonomía y se reconozcan sus singularidades dentro en la Constitución. El presidente del Gobierno dijo que no sabe qué era eso, pero la vicepresidenta dio «la bienvenida» a todo lo que sean ofertas de diálogo. Ahora bien, subrayó que los planteamientos del PSC y de Unió requieren de una reforma de la Carta Magna para la que el Gobierno considera que no existe el clima político adecuado.
Las manos
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba entró en el debate para mostrar su enfado por la respuesta del presidente a la tercera vía. «Existe aunque no le guste reconocerlo» y advirtió de que puede ocurrir lo mismo que con su primo y el cambio climático, que negó su existencia y las evidencias científicas mostraron su error. Las fuerzas que defienden la tercera vía, argumentó, no quieren «bajar las manos» y trabajan «por la unidad de España», a diferencia de Rajoy, que quiere «lavarse las manos», y Mas, al que el debate «se le escapa de las manos».
Rubalcaba también consideró que el comentario de José Luis Rodríguez Zapatero cuando dijo que aceptaría el Estatuto de Autonomía que aprobase el Parlamento de Cataluña fue «una frase desafortunada», pero avisó de que los problemas no parten de ahí sino de la «campaña catalanofóbica» que desarrolló el PP durante la discusión estatutaria que culminó con el recurso ante el Constitucional, pero que antes organizó una campaña de recogida de firmas por toda España contra el Estatuto.