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Linde ve «riesgos» para poder cumplir el déficit este año y prevé más ajustes en el futuro
El Gobierno le lee la cartilla al gobernador del Banco de España tras sus advertencias y le insta a trabajar «en su ámbito de competencia»
Actualizado: GuardarEl gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha dado un toque de alerta al Gobierno para que extreme la vigilancia en la ejecución presupuestaria, tanto del Estado como de las Comunidades Autónomas. Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, Linde señaló que ve «riesgos» en que se pueda cumplir el objetivo de reducir el déficit público este año al 6,5% del Producto Interior Bruto (PIB). Por ello, señaló, la ejecución presupuestaria del segundo semestre «deberá ser muy estricta en todas las Administraciones para evitar desviaciones al final del ejercicio». Además, el supervisor bancario recalcó que va a ser necesario un «esfuerzo de gran magnitud» para alcanzar el equilibrio en el medio plazo, como exige la Ley de Estabilidad Presupuestaria, lo que requerirá de «ajustes adicionales que nunca serán fáciles porque la recuperación del crecimiento será gradual».
Todas estas advertencias no sentaron nada bien al Gobierno, que a principios de semana presentó las Cuentas Generales del Estado como los presupuestos de la recuperación y tras haber anunciado el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que no habría nuevos ajustes. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, fue la encargada de dar la réplica al gobernador, a quien instó a trabajar «en su ámbito de competencia» -es decir, el bancario-, y a colaborar en la recuperación económica.
También el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, que acudía al Congreso inmediatamente después de Linde, dio una versión más optimista y confiada que la del supervisor. Latorre aseguró que España está en «buena posición» para cumplir el déficit porque «a lo largo de la segunda mitad del año iremos viendo que la recuperación económica se refleja en mejores cifras de ingresos». Además, anunció que en la segunda mitad de 2014, la economía podría crecer a tasas intertrimestrales del 1%, cuando se crearía empleo neto.
En todo caso, la dosis de realismo del gobernador no dejó fuera lo que es su competencia. Linde reconoció que la contracción del crédito «todavía es importante» y es probable que se prolongue, aunque con un impacto cada vez menor. Eso no significa, a juicio del gobernador, que no sea compatible con una «reasignación de fondos hacia los agentes más productivos», hacia las empresas con mayores potenciales de actividad y empleo y problemas de financiación, y pidió actuaciones para ello. Por ahora, lo que cabe esperar es que los activos dudosos de la banca «continúen aumentando en el corto plazo», a pesar de que su impacto en provisiones será menor que en el pasado reciente. Si el paro sigue en niveles altos y la demanda interna no tira lo suficiente crecerán los impagos en los créditos. Además, los márgenes de los bancos seguirán a la baja debido al contexto económico. El supervisor recomienda a las entidades reducir costes operativos y mejorar su eficiencia. En este contexto cabe recordar que este año se recortarán 17.500 empleos en el sector, según estimaciones de UGT, que se sumarán a los 39.466 puestos de trabajo destruidos en el sector entre 2008 y 2012.
No obstante, la solvencia de la banca española «ha mejorado claramente en 2013», afirmó Linde. La media de capital principal del sistema se situará en el 10,5% en diciembre, más de un punto por encima de la que había a finales de 2012. El gobernador recordó que las ayudas públicas en forma de capital a las entidades financieras desde mayo de 2009 ascienden ya a 61.366 millones de euros, de los que 38.833 millones se enmarcan en el rescate europeo. «Esto va a aumentar algo, pero de modo poco significativo», anunció. El supervisor bancario apostilló ante los diputados que las ayudas públicas «no han servido para salvar a accionistas o al consejo de administración, sino para salvar a los depositantes, que no han perdido ni un céntimo en la crisis».
Saliendo otra vez de su demarcación, el máximo responsable del Banco de España señaló que la reforma laboral «era imprescindible» y tendrá «efectos positivos», como ya empieza a verse en una menor caída del empleo y una mayor moderación salarial. Y sobre la otra gran reforma, la de las pensiones, consideró que la orientación del Gobierno es «correcta» y se mostró conforme con que la subida del 0,25% prevista para 2014 sea mayor «si es posible sin amenazar el cumplimiento del déficit». La nota positiva la guardó para el final: «2014 puede ser el año del comienzo de la recuperación de la actividad y del empleo», dijo. Y apuntó que la economía puede haber crecido ya en el tercer trimestre.
es el crecimiento probable del PIB en el segundo semestre de 2014 en tasa intertrimestral, según el Ministerio de Economía.