Mí no comprender
Actualizado: GuardarDeambulando por el casco antiguo de nuestra ciudad, llegué sin querer a la plaza de San Juan de Dios tropezándome con cientos de cruceristas que invadían aquel precioso lugar. Una mochila pequeña, una botella de agua y royendo una pieza de fruta para no gastar mucho. Por casualidades de la vida y ,a pesar de la cantidad de gaditanos que rulaban por allí, una pareja de estos viajeros vino a dirigirse a mí para preguntarme con un español-inglés a lo Michael Robinson y Ana Botella. «Señor, ¿Dónde ir para ver flamenco?», pero sobre todo me insistían en, «¿Donde ver chirigotas y carnaval famoso mundial?» y para colmo me preguntan «¿Haber algún museo con disfraces?». Como podrán imaginarse en aquel momento pensé -tierra trágame-. Vaya faena preguntarle a un carnavalero por algo propio y que no pudiera contestarle. Empecé a divagar con respuestas de tipo, ahora no es la fecha, el museo están reformándolo, incluso mentí diciendo que los espectáculos de carnaval empezaban de noche ya que sabía que su barco zarpaba sobre las ocho de la tarde. Mentira tras mentira por no querer ahondar en la herida de nuestras carencias municipales y sobre todo evitar dar una imagen de nuestra capital tan negativa que pudieran pensar que estaban visitando alguna provincia del México más profundo. Sus rostros me recordaron al coro de Puerto Real 'Mi no comprender' ya que en el fondo sabían que todo lo que estaba contando era una trola muy grande.
Es lamentable que para el foráneo que nos visita no haya absolutamente nada en nuestra ciudad que podamos mostrar sobre nuestro carnaval y sus agrupaciones, ni un mísero disfraz siquiera.
Sería ideal, pero esto es otra de mis quimeras dirán algunos, que existiera un Museo-Teatro Estable, en donde se representarían periódicamente muestras de agrupaciones, gozara de tiendas de souvenir, exposiciones, artesanías, talleres etc. Todo relacionado con nuestro carnaval.
Se imaginan ir a Brasil y no escuchar ninguna samba, o llegar a Venecia y no poder comprar una máscara, o visitar Sevilla y no poder ver a la Macarena. Lo de Cádiz es inaudito.