Mario Draghi, en la rueda de prensa posterior al consejo del BCE de ayer. :: JOHN SCHULTS / REUTERS
Economia

El BCE bendice la reforma bancaria de España ante el examen definitivo

El FMI pide al Gobierno de Rajoy que aprueba «medidas útiles» para reactivar el flujo del crédito hacia la economía

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Mario Draghi, el todopoderoso presidente del Banco Central Europeo (BCE), bendijo ayer desde París la reestructuración del sistema bancario español de cara a los test de estrés que la institución monetaria realizará en 2014 antes de convertirse el próximo otoño en supervisor único de la gran banca europea. Un examen, el tercero, que se presume «muy duro» y al que España llega con la tranquilidad de tener la lección aprendida. De hecho, todavía está en plena prueba y en manos del mismo examinador que ha contratado, Oliver Wyman. Por ello y salvo algún caso muy concreto, no se esperan sorpresas.

«Las medidas adoptadas me parecen adecuadas. Los bancos españoles llegarán bien preparados a los test de estrés y el análisis de calidad de los activos, aunque es difícil saber qué sucederá con cada entidad en particular», recalcó el italiano tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, celebrado de forma extraordinaria en la capital francesa. Preguntado por el rescate español (ayuda de hasta 100.000 millones) y si considera necesaria una prórroga durante 2014, recalcó en línea con lo manifestado por la Comisión que todo apunta a que no será necesaria.

Aún quedan en torno a 59.000 millones disponibles. Caso diferente es saber si se mantendrá activa algún tipo de ayuda, algo que decidirá el Eurogrupo (ministros de Economía de la Eurozona) el 14 de noviembre. De momento, el ministro Luis de Guindos ha dicho que no es necesario, decisión que tiene un marcado carácter político ante las elecciones europeas de mayo.

Lo que ayer volvió a quedar patente es que España, a diferencia de lo que sucedía hace apenas cinco meses, ha descendido varios peldaños en el ránking de preocupaciones de las grandes instituciones europeas. De ser un clásico en las intervenciones mensuales de Draghi tras el consejo del BCE de Fráncfort ha pasado a ser poco menos que un convidado de piedra gracias, sobre todo, a la enésima crisis política desatada en Italia por Berlusconi. No obstante, la tormenta parece haber pasado, algo que Draghi no pasó por alto: «Hoy el euro es un poco más fuerte que hace unos días».

Estabilidad de tipos

Por otra parte, no hubo cambios en lo relativo a la política monetaria. Aunque volvió a darse el mismo debate del mes pasado en torno a la conveniencia de bajar los tipos de interés, los 23 representes del órgano de dirección del BCE acordaron mantenerlos en el 0,5% aprobado en mayo «a la espera de la evolución de la economía en los próximos meses». En ese sentido, reiteró que «los tipos de interés seguirán en sus niveles actuales o incluso en niveles más bajos un periodo prolongado».

En línea con su mensaje de 'estamos preparados para actuar', reiteró que cuentan con «varios instrumentos» en caso de tener que intervenir en los mercados y siempre que su férreo control de la inflación se lo permita. Entre otros, otra inyección de liquidez como deslizó en el Parlamento Europeo hace unos días.

Una barra libre ya abierta hace un par de años, cuando el BCE regó el sistema con más de un billón de euros a tipos de interés nimios que sin embargo no ha servido para que el crédito vuelva a fluir en el Viejo Continente. El problema es colosal en los países rescatados o con dificultades de financiación como España o Italia, que ven cómo sus pymes deben pagar mucho más que una alemana sólo por residir en otro país de la Eurozona, no por su idiosincrasia o solvencia. «Aunque hay alguna mejora, los flujos de crédito continúan siendo bajos», lamentó.

Una preocupación también advertida desde Washington. Ayer, el Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a España a adoptar «medidas útiles» para revitalizar el crédito, ya que es «un freno para la recuperación económica». La institución que preside Christine Lagarde recuerda en un nuevo informe que el problema viene de lejos y que desde 2009 se viene sufriendo una «sustancial» contracción del crédito.

Como medidas adicionales para aliviar las rigideces actuales proponen «una resolución eficiente y oportuna de la deuda empresarial y de los hogares» e indagar en fórmulas para reducir los costes de financiación de los bancos. El FMI también destacó los pasos dados en Europa hacia la unión bancaria, que sin embargo siguen siendo aún escasos para intentar restablecer el crecimiento.