Apuntes

Un pacto por la provincia más que necesario

Cádiz no puede permitirse que los dos principales partidos anden todo el día a la gresca, utilizando los graves problemas que nos asolan como armas arrojadizas

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El distanciamiento entre el Partido Popular y el Partido Socialista en la provincia de Cádiz se agranda por días. Muchos meses después de aquella foto con Antonio Sanz e Irene García como principales protagonistas, en la que ambos se comprometían a dialogar y a aparcar sus diferencias en pro de la provincia, no sólo no ha habido ni el más mínimo acercamiento, sino que el abismo entre ambas formaciones se ha hecho más y más grande.

El último ejemplo lo tenemos con los presupuestos generales del Estado. La lectura triunfalista de los populares contrasta con la derrotista de los socialistas. Ninguno de los dos parece interesado en sacar conclusiones positivas, en buscar puntos de encuentro que contribuyan al crecimiento, sino en desacreditar al contrario al precio que sea.

Y ese precio lo están pagando, como siempre, los ciudadanos. Cádiz no puede permitirse que los dos grandes partidos anden todos los días a la gresca. En ningún asunto son capaces de ponerse de acuerdo e ir de la mano. Ambos sitúan sus intereses políticos muy por encima de los de los ciudadanos. Si realmente tuviesen interés en hacer política, en servir al interés general, se sentarían de nuevo a la misma mesa para establecer un acuerdo de mínimos. Para etiquetar una serie de problemas -de los muchísimos que castigan a esta provincia- como innegociables, en los que no hay lugar a la confrontación y en los que tienen que llegar a puntos de encuentro sí o sí. Con otros, si así lo entienden, que sigan a la gresca, pero asuntos como el paro, la sanidad o los servicios sociales no pueden utilizarse como armas arrojadizas. Antonio Sanz e Irene García lo tienen en su mano. De ellos dos depende.