Silvio Berlusconi, a su llegada a la Cámara de Diputados para reunirse con los representantes de su partido. :: ETTORE FERRARI / EFE
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Berlusconi intenta cerrar filas y quiere elecciones en una semana

«Los trapos sucios se lavan en casa», dice a los críticos de su partido, que en plena guerra interna atacan al diario del magnate

ROMA. Actualizado: Guardar
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Silvio Berlusconi intentó ayer calmar los ánimos en su partido, el PDL, ante el primer amago de rebelión a sus locuras que le ha surgido en veinte años. Condenado por evasión fiscal y a punto de perder su escaño y la inmunidad parlamentaria, ha optado por romper su coalición de emergencia con el PD de centroizquierda de Enrico Letta y derribar el Gobierno. Italia no puede permitirse otro agujero negro de meses de caos, pero él por lo visto sí. Sin embargo, la parte moderada de su partido, enfrentada a los más exaltados, se le ha puesto en contra. Hay una tensión interna nunca vista y ayer reunió a todos los parlamentarios del PDL para cerrar filas y advertirles que «los trapos sucios se lavan en casa».

Pero luego marcó su ruta: el experimento con Letta ha terminado y solo permitirán al Gobierno aprobar los presupuestos y los decretos económicos imprescindibles en este momento. Pero pretende que sea a toda prisa, en una semana, y luego «ir a votar». Claro está, espera ganar las elecciones, una absolución en las urnas a su condena en los tribunales. Detalle importante: esto implica que no se cambiará el desastroso sistema electoral vigente, teórica gran prioridad de la legislatura siempre postergada, y el resultado puede ser igual de catastrófico que en las elecciones de febrero. No ganó nadie y generó este Ejecutivo que ha durado cinco meses.

En este esquema no está aún claro que pasará mañana, el día crucial en que Letta acudirá al Parlamento para someterse a un voto de confianza que le permita verificar qué números tiene ahora. La ruptura de Berlusconi le deja en minoría en el Senado, pero la clave está en saber si los 19 escaños que le faltan para la mayoría pueden salir de algún lado. Y, sobre todo, del propio partido del 'Cavaliere', tal como está el patio. Parece ciencia ficción imaginar una tropa de senadores del PDL que se pasan con el enemigo, pero desde hace días es una hipótesis no descartable. Se habla de un sector moderado que podría protagonizar una escisión, con el eterno proyecto de crear una derecha italiana civilizada sin Berlusconi.

Pase lo que pase la insólita fisura del PDL es un hecho. Aglutina a pesos pesados, entre ellos los cinco ministros que estaban en el Gobierno y han dimitido a regañadientes. Ya se les llama, con una floritura muy italiana, los 'diversamente berlusconianos', por la frase que empleó su cabeza visible, el 'número dos' del PDL, Angelino Alfano, al definirse así para distinguirse del sector duro del partido. No ha sido muy afortunado, para variar, pues la frase viene de la expresión italiana para los 'diversamente hábiles', los discapacitados, y ha traído tanto polémicas como bromas pesadas.

La prueba de que este grupo no ha tenido un calentón momentáneo es que ayer no se arredró ante el inevitable ataque de 'Il Giornale', el periódico, por llamarlo de alguna manera, de la derecha más demente, propiedad de Berlusconi. Lo ha usado para sacar trapos sucios, aunque ahora reniegue de ellos, de sus enemigos políticos. Pero los cinco ministros del PDL replicaron ayer con una carta en la que dijeron, literalmente, que no se dejarán «intimidar»: «No tenemos miedo, con nosotros el 'método Boffo' no funcionará», espetó Alfano. Boffo era el director del diario de los obispos italianos, atacado por 'Il Giornale' con una información sobre su supuesta homosexualidad y un presunto caso de agresión sexual que resultó ser falso. Pese a todo dimitió y su vida quedó arruinada. Que Alfano dé por descontadas maniobras de este tipo con los disidentes del PDL y, es más, que hable de ello es increíble: la mano derecha de Berlusconi está admitiendo sin rodeos sus métodos macarras.

En estos movimientos tiene su valor la posición del Vaticano, muy influyente en Italia, y que orienta a los políticos de matriz católica. Tras casi dos décadas de silencio sobre el millonario de Arcore, rompió con él hace dos años por el escándalo 'Ruby' de prostitución de menores. Tras un ataque del semanario 'Famiglia Cristiana', muy popular, el 'Osservatore Romano', el diario de la Santa Sede, publicó ayer un duro artículo contra Berlusconi que le tildaba de «irresponsable».

El magnate puede salvar mañana el riesgo de sustos en sus filas planteando un apoyo externo al Ejecutivo para que ventile lo más urgente, como dijo ayer. Por otro lado, los apoyos de emergencia a Letta también podrían venir del movimiento del cómico Beppe Grillo. Quieren ir a votar, pero tiene gente propensa a pactar con el PD que podría desmarcarse. Con todo, aunque Letta sobrevive a esta no puede pensar en durar mucho más. Las elecciones están en el horizonte.