El Rey abandona el hospital y seguirá su convalecencia en el palacio de la Zarzuela

El Rey abandonará hoy, si se cumplen los plazos previstos, el Hospital Quirón de Pozuelo en el que fue operado la semana pasada para sustituir la prótesis de su cadera izquierda por una nueva y combatir la infección que venía padeciendo desde hacía semanas. Según el último parte médico, los antibióticos que se han suministrado al monarca -entre otras cosas a través de la pieza temporal que se le implantó el martes pasado- parecen estar dando resultado y hay «una buena evolución».

El domingo, un día tranquilo de visitas, le fueron practicadas unas exploraciones radiológicas para comprobar el estado de las articulaciones en las que se constató -de acuerdo con la información proporcionada por el cirujano Miguel Cabanela y el jefe del servicio médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano- que el citado implante «no ha sufrido desplazamiento alguno», que la rehabilitación progresa y que don Juan Carlos mantiene una «evolución favorable».

La Reina, que regresó anteayer de su viaje a Ginebra para celebrar el cumpleaños del hijo mayor de la infanta Cristina, Juan Valentín, confirmó de manera informal estos datos tras un visita al Rey y un almuerzo con el equipo de doctores que supervisan su evolución, Cabanela y Fernández Tapia; el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, y algunos colaboradores. «Está muy bien -dijo-. Mañana (por hoy) yo creo que ya sale».

Al Monarca, aun así, aun le queda un largo tiempo de recuperación. Dentro de unos dos meses, si la infección ha remitido por completo, volverá a ser operado por Cabanela, una eminencia médica que trabaja en la Clínica Mayo de Rochester (Estados Unidos). La idea es que le sea colocada la prótesis definitiva de la cadera. Y, a partir de entonces, aún tardará en torno a seis semanas, según lo previsto por el doctor, en caminar con normalidad.