MEJÍAS Y PURITO SON DE ORO

En el deporte no siempre gana el mejor ni quien más lo merece. Existen muchísimos condicionantes que alteran el resultado definitivo y que en ocasiones entierran horas y horas de trabajo, de entrenamientos, de ensayos, de estrategias. Títulos que se quedan en el camino, trofeos que no llegan a las vitrinas y medallas que cuelgan del cuello del rival cuando durante muchos minutos pudiste sentir el metal más preciado pegado a tu pecho.

El deporte español experimentó ayer dos sensaciones contrapuestas pese a culminar su resultado al mismo nivel, una medalla de plata. A primera hora de la mañana la selección española de fútbol playa perdía la final del Mundial y a primera hora de la tarde eran sus colegas de ciclismo los que dejaban escapar la medalla de oro del Mundial en unos kilómetros finales de infarto. Las matemáticas (50%) y las fuerzas estaban con Purito y Alejandro Valverde, pero se impuso la astucia y la estrategia del luso Rui Costa, pues a la hora de la verdad faltaron 'pinganillos'.y generosidad para que triunfara el ciclismo español.

Ese colectivo, precisamente, es el que sale fortalecido de las playas de Tahití, con un grupo de chavales que se bate el cobre sobre la arena durante meses renunciando a muchos aspectos personales, no ya por dinero, sino por vivir una experiencia mágica alrededor de una pelota, alrededor de la cual han crecido la mayoría de ellos, ya sea sobre albero, césped artificial, natural.

Como Mejías, que ya podrá devolverle las 'batallitas' a su padre, historia viva de un Cádiz del que Fran tuvo que salir para demostrar su talento más allá del apellido. El gaditano culmina un año de ensueño tras convertir en triunfo todo lo que participó sobre la arena española.

Purito, por su parte, seguirá preguntándose a estas horas cómo dejó escapar la oportunidad de su vida. O más bien, cómo su compañero no le ayudó todo lo que pudo para conseguir su sueño. Aunque sea a costa de cerrarse el corazón de algunos seguidores y de aumentar la sensación de que, como Fran Mejías, Purito también es de oro.