Merkel y el candidato socialdemócrata, Peer Steinbrueck, en un debate televisivo. :: INA FASSBENDER / REUTERS
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Los alemanes refuerzan más que nunca su confianza en Merkel

Una encuesta revela que la candidata de la CDU sacaría todavía más ventaja a sus rivales si se repitiesen ahora las elecciones

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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Angela Merkel y su Unión de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU) pueden ser más fuertes aún. Llegado el muy improbable pero no descartable caso de que hubiese que repetir las elecciones legislativas en Alemania porque no cuajan unas negociaciones de coalición y los conservadores no quieren gobernar en minoría, la canciller federal y su formación ganarían de nuevo y con más ventaja.

Una encuesta del instituto demoscópico Emnid publicada por el dominical 'Bild am Sonntag' revela que los partidos hermanos de la Unión ganarían 1,5 puntos más hasta un 43% de votos frente a los resultados de las elecciones del pasado 22 de setiembre. Sus todavía socios liberales (FDP) en el Gobierno saliente e interino de coalición se hundirían, por el contrario, aún más. Tras quedar excluidos por primera vez en los 64 años de historia de la República Federal del Bundestag, la Cámara baja alemana, al sumar sólo un 4,8% de votos, su cosecha en unas nuevas elecciones sería más pobre aún. Caerían hasta un 3% de votos.

Unas nuevas elecciones beneficiarían en muy poco al Partido Socialdemócrata (SPD), que sólo ganaría un 0,3% de votos hasta un 26%, y también a La Izquierda, que mejoraría ligeramente hasta un 9%. Sin embargo, Los Verdes continuarían también perdiendo adhesión, y se situarían en un 7%, 1,4 puntos menos que en los recientes comicios. Además de los conservadores, los únicos que tendrían motivos de júbilo son los euroescépticos de la Alternativa para Alemania (AfD), que se quedaron al borde de conseguir escaños y en unas nuevas elecciones los obtendrían con seguridad, al arrancar un 6% de votos.

Entretanto se endurecen las posturas con vistas a los primeros contactos exploratorios entre la Unión y el SPD para estudiar la formación de una gran coalición. También Los Verdes consideran que será muy difícil que sus esperados primeros contactos con los conservadores cuajen en unas negociaciones para una alianza gubernamental.

El ministro federal de Finanzas, Wolfgang Schäuble, su colega en la cartera de Trabajo, Ursula von der Leyen, y el líder de la CSU y presidente de Baviera, Horst Seehofer, han declarado al unísono en distintas entrevistas que no hay motivo alguno para subir impuestos. Nuevos tipos más altos del IRPF para los mejor pagados son, sin embargo, reivindicación fundamental tanto del SPD como de Los Verdes para llegar a un acuerdo de coalición. «Nuestra postura quedó clara en campaña y además estamos registrando los mayores ingresos fiscales de la historia», apunta la cristianodemócrata von der Leyen en 'Der Spiegel', donde aconseja a su partido «ver cómo apuntalar el éxito electoral. Elevando los impuestos seguro que no».

Más claro aún ha sido Seeofer en el dominical 'Bild am Sonntag' en el que afirma que los ciudadanos tienen su palabra de que no habrá subidas impositivas: «lo he dicho infinidad de veces en las últimas semanas ante miles de personas y cosechado muchos aplausos. Con mi partido no habrá subidas de impuestos». Después de no descartar hace unos días hacer concesiones a un posible socio de coalición en material fiscal, Schäuble se retractó ayer y subrayó que «el Estado no tiene un problema de ingresos. No hay motivo alguno para subir impuestos. Por eso sigue en vigor lo que dijimos antes de las elecciones: no habrá aumentos».

Constitución del Bundestag

Los socialdemócratas, entretanto, aguardan ahora a los primeros contactos esta misma semana con la Unión para plantear sus exigencias y conocer de primera mano qué concesiones están dispuestos a hacer los conservadores para negociar una alianza gubernamental.

El dominical 'Frankfurter Allgemeinen Sonntagszeitung' revelaba que el SPD, además de exigir subir los impuestos a los más ricos, reclamará seis carteras relevantes, entre ellas las de Finanzas y Trabajo y Asuntos Sociales, además de, como es tradición para el socio menor, la de Exteriores, aunque no especifica el resto. Seguro es que los socialdemócratas acudirán a la cita con un catálogo de exigencias máximas para tratar de arrancar de los conservadores también un máximo de concesiones.

A su vez, Los Verdes, aún a la espera de ser invitados por Merkel a celebrar contactos exploratorios, también pedirán poco menos que la luna para aceptar negociar una coalición de gobierno. Su todavía líder parlamentario, Jürgen Trittin explica en la última edición de 'Der Spiegel' que su cooperación política pasa por dedicar más fondos a la educación, un mayor desarrollo de las energías alternativas y el establecimiento de un salario mínimo interprofesional, entre otras muchas exigencias.

El póquer de sondeos, contactos exploratorios y posteriores negociaciones no ha hecho sino comenzar. La única fecha clara es la de la constitución de la nueva Cámara baja alemana, el Bundestag, que deberá reunirse como muy tarde el 22 de octubre, un mes después de los comicios. Las negociaciones para un nuevo gobierno se prolongarán probablemente todavía más. Los analistas políticos en Alemania no cuentan con un nuevo gobierno antes de mediados de noviembre y Merkel continuará hasta entonces trabajando con su gabinete saliente.