Batacazo escandaloso del San Fernando en su visita a Lorca
Los isleños se desfondan en una segunda mitad bochornosa y bajan los brazos en un partido en el que Carlitos y Sambruno terminan lesionados
CÁDIZ. Actualizado: GuardarEscandalosa derrota cosechada por el San Fernando en su visita a Lorca. Los azulinos salieron goleados y ofrecieron una paupérrima imagen en un partido que se puso muy pronto cuesta arriba, y que se convirtió en un espectáculo bochornoso en una segunda mitad para el olvido, en la que el equipo bajó los brazos y pudo haber encajado un resultado mucho más abultado.
El equipo se descuelga en la clasificación y, para colmo de males, regresa a tierras gaditanas con dos jugadores más que tendrán que pasar por la enfermería, ya que Carlitos sufrió un pinchazo en el gemelo que le obligó a marcharse del campo a los 20 minutos y Sambruno se retiró en el 80 con serios dolores en su rodilla izquierda.
El batacazo en el Francisco Artés Carrasco evidencia serios problemas en un grupo que parece incapaz de resolver los partidos y que muestra una preocupante debilidad mental sobre el terreno de juego. Se observa, además, que algunos jugadores aún no han alcanzado el tono físico adecuado y que en el plano ofensivo existe una alarmante falta de acierto de cara a portería.
Al igual que sucedió la semana anterior contra el Lucena a raíz de que Pedro Carrión fallara su primer penalti como jugador del San Fernando, ayer el equipo pareció salir derrotado desde los vestuarios. Y eso que Juanma Carrillo, desquiciado por la situación, revolucionó por completo el once, algo que se barruntaba desde el sábado cuando decidió dejar en tierra a Sebastian Besnier y al delantero de Estación de Cártama.
El entrenador isleño situó a Gasca en el lateral izquierdo y se 'cargó' a Paco Borrego para dar entrada a Sambruno en el centro de la zaga. Utilizó a Juanje como interior y dio entrada a Jorge Herrero en el mediocampo, dejando a Ernesto descolgado en la punta de ataque.
El planteamiento pareció volverse en su contra porque el joven defensa roteño, que hasta el momento nunca había estado convocado ni había disputado un solo minuto como azulino, hizo aguas en el flanco izquierdo y quedó 'señalado' al tener que ser sustituido tras el descanso. Josan entró como quiso por su banda y de sus botas nació el primer gol del partido a los 12 minutos. Una internada suya acabó en un centro que remató al fondo de las mallas Ortuño ante la pasividad de la zaga isleña.
El equipo pareció tirar de casta y amor propio, y el jarro de agua fría activó la reacción. Ocaña se sacó un zapatazo desde la frontal del área que se estrelló en el larguero, y poco después Ernesto estuvo a punto de empatar pero su remate defectuoso lo sacó Prior de debajo de los palos. Entretanto, Carlitos se tuvo que marchar del campo lesionado. Sufre una rotura fibrilar que lo obligará a estar algún tiempo parado.
Los isleños hicieron méritos para empatar pero los bríos les duraron poco más de un cuarto de hora, porque a la vuelta del descanso les pasó lo mismo que con el Lucena, y salieron aletargados. Carrillo sacó a Gasca y a Germán para buscar la reacción con la entrada de Cristian e Iván Guerrero, y el resultado fue un oasis de buenas intenciones que duró apenas diez minutos.
El tiempo que transcurrió hasta que Carlos Martínez, que acababa de salir al terreno de juego, se plantó solo delante de David Valle para hacer el segundo y encarrilar el partido para los murcianos.
Ahí empezó a morir un San Fernando que se fue desdibujando con el paso de los minutos. No obstante, pudo meterse en el partido si el colegiado no hubiese anulado un gol a Pelegrina en el minuto 65; una decisión que resultó bastante discutida.
La moral estaba muy tocada y los jugadores parecían bajar los brazos. Un minuto después Ortuño se plantaba solo ante Valle, que evitó que llegase el tercero. No pudo hacer nada, poco después, tras una serie de rechaces que acabó con el gol de Josan, el mejor del partido. Sin tiempo para levantarse, cayó el cuarto y a la postre definitivo, de nuevo con la firma de Carlos Martínez. La Hoya, incluso, pudo hacer más sangre y redondear su goleada, pero el buen hacer del portero azulino fue determinante para impedirlo.