Economia

La deuda española sigue siendo una oportunidad de compra

La prima de riesgo tiene margen para bajar hasta los 200 puntos básicos y la rentabilidad del bono a 10 años hasta el 4%

MADRID. Actualizado: Guardar
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La deuda española sigue de moda entre los grandes inversores. Hace unos días, Morgan Stanley proponía una estrategia consistente en apostar por los bonos españoles a 10 años contra sus comparables italianos y, a la vez, comprar títulos españoles a tres años contra los alemanes a ese mismo plazo. A esa recomendación se une Chris Iggo, de Axa IM, quien insiste en que este es un punto perfecto para entrar en deuda española.

Todo esto quiere decir que continúa teniendo potencial, pese a que en los últimos 12 meses la rentabilidad del bono a 10 años ha bajado desde el 6% hasta el 4,35%, mientras que la prima de riesgo lo hacía desde los 450 hasta los casi 260 puntos básicos. Ahora la gran pregunta es hasta qué nivel puede seguir mejorando su recorrido y, en definitiva, en qué cota habrá que ir pensando en deshacer posiciones.

Según los expertos de Julius Baer, todavía puede quedar un potencial muy importante. A ello habría contribuido el cierre de las elecciones alemanas y que, tras el periodo de negociaciones para formar la coalición de Gobierno, quede el camino libre para avanzar en la integración europea, sobre todo, con la unión bancaria. «Los máximos beneficiarios de este proceso podrían ser los bonos españoles. La prima de riesgo respecto a los alemanes podría bajar desde el entorno de los 240 hasta los 150 puntos básicos, un nivel que sería aún más consistente con la actual calificación crediticia», comentan desde esta firma suiza.

Objetivo en los 200 puntos

Y, hablando de 'rating', comienzan a escucharse voces sobre la posibilidad de que alguna agencia lo mejore para España, aunque los expertos dicen que aún es pronto para pensar en ello. Félix López, de Atl Capital, comenta que lo que podría suceder es que en tres o cuatro meses eleven la perspectiva de negativa a neutral, lo que puede dar algo más de recorrido a la deuda española. No obstante, en los últimos tiempos ya se ha demostrado que las calificaciones de crédito van por detrás del mercado.

López señala que de aquí a final de año la prima de riesgo de España podría bajar hasta los 200 o los 210 puntos básicos. En este último nivel estaría el suelo. Pero también es cierto que al inversor, más que la evolución del diferencial, lo que le importa es cómo se comportarán los dos componentes de los que depende este: el bono alemán a 10 años y su comparable español. López desvela el misterio y dice que la rentabilidad del 'bund' alemán podría subir hasta el 1,9% o 2%, mientras que la del bono español podría bajar hasta el 4%. De todas maneras, no descarta que en momentos de tensión el rendimiento del bono alemán pueda descender incluso al nivel del 1,60%, lo que llevaría a la prima de riesgo a dispararse sin que la deuda española se moviera.

Sin embargo, como apunta Iggo, la tendencia de la rentabilidad de la deuda 'core' (Alemania, Holanda y Finlandia) se mueve al alza. De hecho, considera que los tipos reales del bono americano a 10 años tenderán al 2%, lo que implica unos tipos nominales en el 3,5%. Ignacio Victoriano, de Renta 4, también ve potencial en la deuda española... todavía. Pero solo en los largos plazos -coincide en que el objetivo del 4% para el bono a 10 años es alcanzable y que, a partir de ahí, se tendrían que deshacer posiciones-; en los cortos, en cambio, las rentabilidades son demasiado bajas.

La Fed ayuda a España

Alberto Matellán, de Inverseguros, introduce otra variable para analizar cómo puede evolucionar la deuda española: la Reserva Federal de EE UU retrasó el inicio de la reducción de los estímulos y los analistas comienzan a descontar una nueva inyección de liquidez por parte del Banco Central Europeo. Eso, a su juicio, es favorable para la deuda española: a corto plazo, la elevada liquidez seguirá ayudando al bono español, que continuará recibiendo flujos. También le apoya, a su juicio, el hecho de que los datos económicos estén mejorando, así como la revisión al alza de las previsiones. Pero, a medio plazo, considera que las referencias fiscales, las mismas que impiden una mejora de la calificación de la deuda porque no son muy buenas, volverán a adquirir todo el protagonismo frente a las de la actividad económica. Por eso, estima que a corto plazo la prima de riesgo de España, con permiso de Italia -que vuelve a ser un foco de inestabilidad-, regresará a los 200 puntos básicos, aunque a medio plazo podría repuntar al nivel de los 300.

Eso mismo viene a decir Moody's en su último informe sobre España: «existe el riesgo de que los inversores comiencen a preocuparse. La debilidad de la recuperación limita los ingresos fiscales, haciendo difícil al Gobierno reducir la deuda».

En cualquier caso, por el momento continúa habiendo mucha demanda por parte de los inversores extranjeros. Tanto es así que el Tesoro español se plantea realizar emisiones a más largo plazo para atraer, por ejemplo, a los fondos de pensiones asiáticos. Y, como novedad, también podrían hacerse otras subastas de bonos ligados a la inflación.