La Izquierda quiere un tripartito
BERLÍN. Actualizado: GuardarLa Izquierda, hasta ahora marginada por los restantes partidos con representación en el Bundestag, ha propuesto a socialdemócratas y verdes que sean las bases de las tres formaciones progresistas quienes decidan sobre la eventual formación de un tripartito para derrocar a Merkel y los conservadores y asumir así el poder.
En una entrevista con el grupo de medios 'Funke', la presidenta de La Izquierda, Katja Kipping, subraya que, ante las dificultades de los conservadores para formar un gobierno de coalición, «la solución más limpia es que los tres partidos a la izquierda del centro pregunten a sus bases si quieren 'rojo-rojo-verde' o 'Merkel plus'», en referencia a los colores de las dos formaciones socialistas y los ecopacifistas, frente a la alternativa de los conservadores con un socio que acepta ese 'matrimonio' casi a la fuerza.
Lo cierto es que La Izquierda -formación surgida de la fusión de los excomunistas germanoorientales y un ala disidente de la socialdemocracia de Alemania occidental-, el SPD y Los Verdes cuentan con una mayoría parlamentaria real, al sumar en el Bundestag cinco escaños más que los conservadores de la Unión.
La propuesta de consultar a las bases permitiría a socialdemócratas y verdes sortear la promesa de no aliarse con La Izquierda o formar un gobierno en minoría 'tolerado' por ella.
Antes, La Izquierda había propuesto además a las otras dos formaciones opositoras unir fuerzas para imponer -antes incluso de que se constituya el nuevo Gobierno y a través del Bundesrat, la Cámara alta alemana- la introducción del salario mínimo interprofesional que combaten los conservadores, aprovechando la mayoría de izquierdas en la asamblea.
Aunque rechazada por socialdemócratas y verdes, convencidos de que el próximo Gobierno alemán tendrá que asumir forzosamente la introducción del salario mínimo, la iniciativa de La Izquierda recibió el apoyo del poderoso sindicato de servicios públicos Verdi, cuyo presidente, Frank Bsirske, la calificó de «idea excelente» para marcar los límites de su poder a la canciller y sus conservadores.