GAUCCI SE QUEDA

Gaucci se queda. No es que él dijera en algún momento que se planteaba marcharse, pero ya le han 'echado' tantas veces, desde el invierno pasado, que su continuidad se convierte en noticia.

Sorprende que sorprenda, y perdón por la redundancia, que el italiano y Antonio Muñoz alcanzaran un acuerdo para un aplazamiento del pago. Lo veníamos avisando en las últimas semanas, que al coincidir los intereses de ambas partes la solución final se avistaba en el horizonte, por mucho que se recrudeciera la operación. No existe esa larga cola en Doña Mencía de interesados en comprar el Cádiz, una entidad con 13 millones de motivos para no acercarse, y mucho menos sabiendo que primero debía entrar en un pleito que duraría meses para recuperar esas acciones. Y si al final lo ganaba, que eso depende de un juez.

Nuevo acuerdo. Muñoz cobrará lo prometido y Sinergy gana tiempo. La mercantil italiana (aunque su sede esté en Inglaterra, sus tres socios De Bono, Silvestrini y Macchi son transalpinos) continúa con un proyecto en el que están invirtiendo muchísimo tiempo y trabajo. ¿Dinero? Aparte del medio millón por la compra de acciones y del 1,2 para cubrir el déficit de su gestión, la intención de estos empresarios no es gastarlo, sino generarlo.

Para eso pagan un buen salario a Gaucci como mánager general. Para que encuentre patrocinios (Gaga Milano), firme convenios (Fluminense o Roma), 'invente' nuevas fórmulas de negocio gracias a sus contactos y saque rentabilidad al potencial del Cádiz. Para eso está. Y Sinergy, para pagar a Muñoz y cubrir los posibles errores en la gestión.

El errático paso con el que comenzaron su proyecto ha generado esas dudas que se han adherido a su caminar y de las que deberán desprenderse en los próximos meses. Para que tantas buenas intenciones se conviertan en una realidad.