Bruselas amenaza con sancionar a Francia por la expulsión de gitanos
Fuerte polémica por la voluntad del ministro del Interior galo, Manuel Valls, de devolverlos a Rumanía y Bulgaria
PARÍS. Actualizado: GuardarLa Comisión Europea amenazó ayer a Francia con sanciones por la expulsión en masa de gitanos en situación irregular tras las declaraciones del ministro del Interior, Manuel Valls, en las que les negó voluntad de integración. Las palabras del gobernante socialista han desatado una fenomenal polémica con división de opiniones en todo el espectro político a seis meses de las elecciones municipales en las que la inseguridad ciudadana se perfila como tema estelar.
«Tanto la libre circulación como la libertad de residir en otro país son derechos fundamentales», recordó Olivier Baily, uno de los portavoces de la Comisión, quien esgrimió de nuevo la amenaza de sanciones si esos principios no son respetados. «Si no me equivoco, hay aire de elecciones en Francia», observó Viviane Reding, comisaria europea de Justicia, antes de comentar que «cada vez que no se quiere hablar de cosas importantes como los presupuestos o la deuda se encuentra a los gitanos».
Criticado en su propio campo e incluso dentro del Gobierno, Valls se enrocó en que no tenía nada que rectificar a sus manifestaciones. «Los gitanos tienen vocación a regresar a sus países y a integrarse allí. La mayoría debe ser conducida a la frontera, no hay otra solución», insistió inflexible.
El ministro del Interior planteó que los planes de inserción de los aproximadamente 20.000 gitanos asentados en Francia corresponden a Rumanía y en menor medida a Bulgaria. «Es la responsabilidad de esos países en asociación con la Unión Europea ya que disfrutan de fondos estructurales», señaló. «Nosotros no estamos aquí para acoger a esas poblaciones», sentenció.
Las declaraciones fueron tildadas de alarmantes, inquietantes y nauseabundas por los colectivos antirracistas. Pero Valls recibió el respaldo oficial de Najat Vallaud-Belkacem, portavoz del Gobierno, a su política de «firmeza y humanidad» con el matiz de que «el regreso al país de origen forma parte de la gama de soluciones», es decir, que no es la única.
Cifras récord
Amnistía Internacional afirmó que las expulsiones de gitanos van en aumento y han alcanzado cifras récord en los dos últimos años, con la izquierda en el poder. En 2012 el número de evacuados de campamentos ilegales fue de 11.982 mientras que en el primer semestre de 2013 ya se había llegado a 10.174, según sus cálculos.
Reflejo de una polémica superadora de las barreras convencionales, el diario conservador 'Le Figaro' celebró el «lenguaje de la verdad» de Valls mientras que 'Le Monde', próximo al Gobierno, le recriminó una falta «política y moral». «Violación del derecho de propiedad, degradación del medio ambiente, explosión de la delincuencia: Francia vive sobre un volcán que entrará en erupción si no se hace nada para extinguir el fuego», dramatizó el portavoz periodístico de la derecha francesa. «Estigmatizando a una población etiquetada étnicamente y juzgándola incapaz de integrarse en Francia, el ministro del Interior renuncia a elementales principios republicanos: la acogida, la integración y la solidaridad», censuró el periódico de centroizquierda.