ESPAÑA

El Príncipe sortea el debate sobre el papel del heredero

Rajoy también considera innecesario regular la figura del sucesor de la Corona aunque Margallo la ve necesaria

MADRID. Actualizado: Guardar
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La Casa del Rey y el Príncipe de Asturias evitaron entrar en el debate sobre la conveniencia de regular mediante una ley orgánica el papel del heredero de la Corona. Consultado don Felipe de Borbón, se remitió a «la información» proporcionada por la Zarzuela sobre su «esquema de trabajo». El hijo del Rey se refería al escueto «nada que decir» con que despacharon los portavoces oficiales las preguntas en ese sentido. El Gobierno, entretanto, quiere alejar cuanto pueda del foco de la operación del Rey la iniciativa de dar un marco legal al sucesor, un vacío que la Constitución arrastra desde su aprobación en 1978.

Es una decisión que «corresponde al Parlamento», indicaron en la Zarzuela. La Casa del Rey, al igual que el Gobierno, quiere deslindar los problemas de salud del jefe del Estado con la regulación del papel del heredero. Tomar ahora iniciativas en este sentido sería alimentar las expectativas sobre una rápida abdicación de don Juan Carlos, algo que, según dijo el jefe de la Casa del Rey, el interesado «no se ha planteado en ningún momento».

Pero la polémica, pese a los intentos de aguarla desde el Ejecutivo y la Zarzuela, no cesa. Esta vez por un comentario del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quien apuntó desde Nueva York que sería «una buena iniciativa» que Gobierno y oposición se pusieran de acuerdo para regular el papel del Príncipe en caso como el actual, en el que el Rey va a estar apartado de la actividad al menos dos meses y puede que seis. Es más, el jefe de la diplomacia indicó que esa ley debería haber sido aprobada por el Parlamento con el consenso de las grandes fuerzas hace tiempo.

Poco después y también desde la ciudad norteamericana, en la que participará en la Asamblea General de la ONU, Mariano Rajoy corregía a su ministro al decir que «en absoluto» pensaba ir en esa dirección porque «no hay razón para ello». Un criterio idéntico al de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro Alberto Ruiz-Gallardón, pero discrepante, además de con Margallo, con la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal.

En la Moncloa negaron que haya contradicciones en el Gobierno sobre la regulación del papel de don Felipe de Borbón. Son diferencias de ritmos, explicaron, porque el Ejecutivo es consciente de que es una tarea pendiente, pero que se debe encarar con «tranquilidad», y no con el Rey ingresado en un hospital y pendiente de una nueva operación de cadera dentro de dos meses.