Trueba, en el centro, y los actores Jorge Sanz (dcha.), Natalia de Molina, Javier Cámara (izda.) y Francesc Colomer. :: JUAN HERRERO / EFE
Sociedad

David Trueba emociona con un viaje a la España de los 60

'Vivir es fácil con los ojos cerrados' se inspira en la presencia de John Lennon en Almería para rodar 'Cómo gané la guerra'

SAN SEBASTIÁN. Actualizado: Guardar
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En 1966 John Lennon pasó seis semanas en Almería. Un mes antes, los Beatles se habían despedido de los conciertos tras comprobar que no eran capaces de reproducir en directo los cada vez más complejos sonidos y juegos de voces del estudio. Lennon aceptó un papel en 'Cómo gané la guerra' a las órdenes de Richard Lester y aprovechó el rodaje en el Cabo de Gata para escribir canciones entre nubes de marihuana. Por exigencias del guion se puso unas gafas de la Seguridad Social británica que acabarían siendo su marca de fábrica. Compuesta en soledad en la playa de San Miguel y grabada en un magnetófono portátil en el Cortijo Romero permanece una canción: 'Strawberry Fields Forever'.

David Trueba titula con un verso de ese himno inmortal de los Beatles su nuevo largometraje, el mejor de toda su filmografía. 'Vivir es fácil con los ojos cerrados' no es una película sobre Lennon, aunque su presencia en Almería sea el 'leit motiv' de la historia. Cuenta la peripecia real de un profesor de inglés de Albacete que viajó hasta allí para conocer al beatle y pedirle que, por favor, le ayudara a completar aquellas letras de sus canciones que no entendía y con las que enseñaba a sus alumnos. Lo mejor de todo es que Lennon le recibió. Desde entonces, los de Liverpool incluyeron las letras en las carpetas de sus discos.

Una anécdota maravillosa que Trueba utiliza para hablar del presente desde un pasado reciente que sigue proyectando su sombra. A este profesor bueno y generoso, encarnado por un Javier Cámara en estado de gracia, le acompañan un chaval que se ha fugado de casa porque no quiere cortarse el pelo (Francesc Colomer, el niño de 'Pa negre', ya adolescente) y una chica embarazada escapada de un hospicio de madres solteras que entrega su recién nacido (Natalia de Molina). Perdedores en una España de tricornios en las esquinas, parte radiofónico y Fraga en Palomares.

«La película es un homenaje a esa generación que lo perdió todo o no ganó nada porque nació durante la guerra y, sin embargo, soñaba, tenía ilusiones y peleaba convencida de que sus hijos tendrían una vida mejor», describe el director. «El personaje mayor coge a los otros y les sacude: vosotros sois los que vais a cambiar el mundo. Enlaza con el ahora. Hay mayores que dicen a los jóvenes que están perdiendo las conquistas sociales de sus padres que esto no es un regalo, sino una pelea. Muchos han aprendido en modelos más adultos esa fiereza de que la vida se pasa rápidamente».

'Vivir es fácil con los ojos cerrados' tiene la osadía de convertir en héroe a un maestro que cita a Machado. La valentía de reivindicar mediante un humor amargo la educación, el libre albedrío, la cultura y la bondad en estos tiempos cínicos. La segunda cinta española a concurso en el Zinemaldia tras 'Caníbal' recibió un aplauso atronador en su pase matinal con público, aunque quizá sea demasiado 'bonita' para los estándares de un sofisticado jurado internacional. A ver si pillan los símbolos sutiles de esta preciosa fábula, como ese 850 con matrícula de Logroño que conduce el protagonista. O la misma figura de Lennon, que en la Almería de los años 60 debía de sentirse en la luna.

«Todas las épocas necesitan gente que ilumine en las tinieblas», afirma Trueba. «Lennon y su espíritu de rebelión fueron una presencia inspiradora para mucha gente en aquella España». Con música de Pat Metheny y Charlie Haden, 'Vivir es fácil con los ojos cerrados' reserva la canción de los Beatles de la que toma su título para las escenas finales. No es un filme para nostálgicos, ni un episodio de lujo de 'Cuéntame', sino un aldabonazo en la conciencia de jóvenes que ya ni siquiera tienen héroes. Un recordatorio de la dignidad.

«No sé si los jóvenes de ahora tienen los ojos cerrados», reflexiona David Trueba. «Puede que incluso se los cierren instrumentos que pretendidamente presumen de abrírselos. Cada uno nos enfrentamos al reto de hacer de nuestra propia vida algo de lo que sentirnos orgullosos. Y sigue habiendo gente ahí fuera que nos da grandes alegrías. Yo no creo en épocas ni en banderas, sino en la gente».

Tavernier se ríe de la política

En una jornada redonda en San Sebastián, a la ternura y la gracia de 'Vivir es fácil con los ojos cerrados' se opuso el sarcasmo y frenesí de 'Quai d'Orsay' de Bertrand Tavernier, un habitual del Festival. Una sátira sobre la alta política francesa protagonizada por un atlético ministro de Asuntos Exteriores que pasea su melena plateada de la tribuna de la ONU a los polvorines africanos. Un trasunto del ex primer ministro Dominique de Villepin, al que se le complica su carrera cuando contrata a un joven para que le escriba los discursos.