ESPAÑA

El PP anima a los policías del Faisán a que delaten a sus jefes

Visto para sentencia el juicio del chivatazo con un centrado alegato de las defensas de los policías Pamiés y Ballesteros

MADRID. Actualizado: Guardar
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La acusación del PP en el juicio por el 'chivatazo' invitó ayer a los dos policías acusados a que, en caso de ser condenados, delaten a sus jefes y digan quién les dio la orden de alertar a la red de extorsión de ETA a través de Joseba Elosua, dueño del bar Faisán de Irún, en mayo de 2006.

En la última jornada de la vista oral celebrada en la Audiencia Nacional, el abogado de los populares Alexis Godoy mantuvo que los dos acusados, el comisario Enrique Pamiés y el inspector José María Ballesteros, deberían ser condenados por colaboración con ETA y revelación de secretos, penados a su juicio con ocho años de prisión.

Sin llegar a la contundencia del fiscal Carlos Bautista en sus conclusiones del pasado jueves, cuando animó a los policías a que 'cantaran' como hizo José Amedo (exsubcomisario) tras ser condenado en el juicio de los GAL, el letrado del PP dijo al tribunal que esperaba «que este no sea el último juicio del llamado 'caso Faisán' y que los responsables de esta delación judicial delictiva sean juzgado». Para ello no dudó en identificar de forma indirecta a los supuestos autores: «El móvil era político y los autores no actuaron por iniciativa propia. La decisión fue adoptada por las más altas instancias policiales y políticas, en primer lugar por el director general de la Policía», en referencia a Víctor García Hidalgo, que llegó a estar imputado en el proceso.

Anteriormente, las otras dos acusaciones populares del proceso, la Asociación Víctimas del Terrorismo y Dignidad y Justicia, sostuvieron en sus conclusiones que para colaborar con ETA «no hace falta la adhesión ideológica», por lo que mantuvieron que Pamiés y Ballesteros deberían ser condenados a prisión por apoyar a la banda terrorista y por revelación de secretos.

Por su parte, las defensas de los procesados pidieron su absolución. La de Pamiés argumentó que no hay prueba directa para atribuir a su cliente el supuesto soplo a Elosua y dijo que no se abortó la operación porque el dispositivo que estaba alrededor del bar Faisán se retiró antes del 'chivatazo', «salvo que quien dio la orden lo supiera», en referencia al comisario que investigó la delación Carlos Germán.

«¿Si tanto interés había en detener a Elosua cómo le dejaron suelto pese al soplo y le permitieron llevar 54.000 euros a Cau Aldanur (supuesto etarra) a Francia?», se preguntó la abogada María Ponte. Por su parte, el letrado de Ballesteros, José Luis Vegas, hizo una defensa muy sentida, aseguró que las pruebas gráficas contra su cliente fueron manipuladas y que es una «cuestión de fe» condenar con estos indicios a los dos policías.