Mario Draghi, presidente del BCE. :: YVES HERMAN / REUTERS
Economia

El BCE sopesa otra inyección de liquidez a largo plazo para intentar reactivar el crédito

Mario Draghi considera necesario que el tercer examen a la banca sea «más riguroso para ganar credibilidad»

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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En plena resaca de las elecciones alemanas, en una jornada en la que Angela Merkel y la incertidumbre sobre su futura política económica para con Europa copaba cualquier conversación de las instituciones comunitarias, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), acudió a Bruselas, al Europarlamento, para insuflar algo de aire, que no optimismo, a la «fragilidad» financiera de la Unión. No solo insistió en su compromiso de mantener o incluso bajar los tipos de interés actuales al 0,5% durante un «largo periodo de tiempo», sino que anunció que estarían dispuestos a realizar nuevas inyecciones de liquidez a largo plazo (LTRO, por sus siglas en inglés) para intentar reactivar el crédito.

Draghi compareció en la comisión de Asuntos Económicos para analizar, entre otros asuntos, el actual escenario de crisis, advertir de las elevadas tasas de paro que sufre el Viejo Continente e insistir en la «necesidad» de acometer las reformas estructurales fijadas por la Comisión para alcanzar, por fin, la senda del crecimiento.

Pero además del paro, verdadero caballo de batalla de la UE, el otro gran problema comunitario está en las pymes, asfixiadas porque el grifo del crédito sigue funcionando a cuentagotas pese a que el maná del BCE sigue dando dinero fácil y barato a las entidades financieras. Problema que se agrava sobremanera en países como España, donde una pequeña o media empresa con cierta solvencia debe pagar un 70% más que una alemana por el hecho de estar en uno u otro país.

Fueron numerosas las preguntas que los europarlamentarios formularon en este sentido y Draghi, con su habitual parsimonia, aseguró que «estamos listos para usar cualquier instrumento, incluyendo otra LTRO (inyección de liquidez) si es necesario, para mantener los tipos de interés a corto plazo de los mercados monetarios a un nivel que esté justificado» en función de la evolución de la inflación, mandato por el que fue creado el BCE.

Loas de Rehn a España

Hasta la fecha, las entidades que acudieron a la 'barra libre' habilitada en la sede del BCE en Fráncfort entre finales de 2011 y principios de 2012 ya han devuelto 331.000 millones, el 63,5% del total neto. «Es un buen signo. Los bancos son menos dependientes del BCE y pueden financiarse ellos mismos en el mercado o vía depósitos o intercambiando líneas de crédito», se felicitó el banquero italiano.

Sin embargo, reconoció que esta «significativa mejora de la situación de los bancos desde verano de 2012 aún no se ha traducido en una mayor provisión de crédito». Pero cómo romper este círculo vicioso devastador para muchas pymes? Es la gran pregunta a la que Bruselas aún no ha logrado dar respuesta.

Una de las soluciones, coinciden en la UE, pasaría por generar la «confianza» de la que ayer volvió a hablar Draghi a través del impulso definitivo de la unión bancaria. De ahí que el tercer test de estrés que en 2014 acometerá el BCE junto a auditores privados será crucial para dirimir esta cuestión. «Es tan importante el resultado como la metodología empleada. Debemos ser rigurosos y lanzar un claro mensaje a los mercados», recalcó antes de instar a los estados a que dispongan de herramientas 'ad hoc' para afrontar con los presupuestos nacionales posibles contratiempos en alguna entidad financiera.

Por otra parte, el vicepresidente económico de la Comisión, Olli Rehn, volvió a dar un espaldarazo al Gobierno español al asegurar que, aunque «frágiles», «se están viendo los primeros brotes verdes» ya que las perspectivas a medio plazo para España son «mucho mejores gracias a datos como el de las exportaciones». Lo dijo en Nueva York, en una conferencia donde advirtió de que las reformas deben continuar en el conjunto de la Eurozona y, en concreto, en países como España donde «desafortunadamente, el nivel de desequilibrios macroeconómicos es muy alto».