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Kenia pide ayuda a Israel para combatir a Al-Shabab
Militares hebreos protagonizaron el asalto final contra los terroristas islámicos que tomaron un centro comercial y mataron a 68 personas
Actualizado: GuardarFuerzas especiales israelíes comenzaron ayer el asalto final de las dependencias del centro comercial Westgate, ubicado en la capital Nairobi y tomado ayer por guerrilleros radicales del grupo islamista Al-Shabab. El ataque terrorista ha causado 68 víctimas mortales, según fuentes de la Cruz Roja, entre las que se encuentra Juan Jesús, exsubdirector de Unicef, el poeta ghanés Kofi Awoonor y un sobrino del propio presidente keniano Uhuru Kenyatta, que se hallaba en sus dependencias junto a su prometida, también fallecida en la ocupación de uno de los 'mall' de lujo de la metrópoli.
La operación contra los terroristas se inició a las 15.30 horas y los testigos aseguran que cuatro horas más tarde se produjo la mayor explosión desde que a las 13.00 horas del sábado comandos radicales irrumpieran en el centro comercial y se atrincheraran en el supermercado del edificio.
Las informaciones recabadas indican que los guerrilleros permitieron la huida de los musulmanes y ejecutaron a clientes de otras confesiones y que, ayer, entre diez y quince milicianos permanecían en sus dependencias reteniendo a una treintena de personas. Al parecer, los captores se hallan atrincherados en un espacio que dispone de cristales antibala.
La presencia de tropas kenianas en suelo somalí en apoyo al Gobierno de Mogadiscio es la causa que esgrime la organización que ha reivindicado la autoría del golpe. Al-Shabab, un grupo vinculado a Al-Qaida, ha reclamado, además, la retirada de los destacamentos, presentes desde 2011 en el sur del país vecino.
Los testigos señalan que las víctimas fueron abatidas por disparos provenientes tanto del interior como del exterior del recinto y señalan la absoluta ineficacia de los cuerpos de seguridad, incapaces de auxiliar a las personas atrapadas en el tiroteo.
La primera ayuda a los abundantes clientes provino de voluntarios y, posteriormente, fue el propio Ejército el que tomó las riendas del desalojo y rescate de los clientes y trabajadores, atrapados tanto en los locales comerciales como en el aparcamiento del centro comercial, construido hace seis años, y provisto de cines, tiendas, bancos, cafés y restaurantes. La afluencia sabatina, habitualmente numerosa, era superior en esta ocasión por la celebración de un concurso gastronómico.
Hospital de campaña
Los cuerpos de seguridad mantienen acordonado el recinto, sobrevolado por helicópteros, y han montado un hospital de campaña en un templo cercano al que han conducido los cadáveres recuperados y a los 175 heridos en los combates, entre los que se hallan numerosos occidentales.
La Policía ha informado de víctimas mortales de procedencia holandesa, sudafricana, india francesa y británica, pero no han señalado la presencia de ningún ciudadano español entre las personas abatidas. El Westgate es frecuentado por turistas, funcionarios y empleados de las empresas, hoteles y oficinas radicadas en las inmediaciones. La falta de previsión de los servicios de seguridad resulta flagrante ya que existía constancia del peligro de un inminente ataque de los milicianos islamistas. El atentado constituye la mayor iniciativa de los fundamentalistas desde que en 1998 una célula de Al-Qaida volara la Embajada norteamericana y provocara más de 200 muertos.
El presidente Uhuru Kenyatta ha realizado manifestaciones públicas indicando su determinación a no retirarse de territorio somalí y solicitando que los gobiernos occidentales no aconsejen a sus ciudadanos desistir de visitar el país, uno de los destinos habituales del turismo de lujo que acude tanto a conocer sus sabanas, reducto de la gran fauna africana, como a las costas bañadas por el Océano Índico.
Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, telefoneó a Uhuru Kenyatta, para ofrecerle la ayuda de EE UU. «El presidente Obama ha reiterado el apoyo de Estados Unidos a las medidas adoptadas por Kenia para llevar a los responsables del ataque a la justicia», añade el texto oficial. Los medios keniano informaron de la presencia de agentes del FBI trabajando con las fuerzas de seguridad kenianas para gestionar la crisis.