La bailaora gaditana, en un momento del estreno de 'La Pepa', en marzo de 2012, en el Gran Teatro Falla. :: A. V.
Sociedad

«Nuestra 'Pepa' está en uno de sus mejores momentos»

La gaditana destaca que su último espectáculo, que se presenta los días 27 y 28 de septiembre en el Villamarta de Jerez, ha crecido con el paso del tiempo Sara Baras Bailaora y coreógrafa

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Le va a costar mucho esfuerzo dejar de ser 'La Pepa', ese espectáculo que ideó para conmemorar el Bicentenario de la Constitución de 1812 y cuyo mensaje ya ha transmitido por medio mundo. El adiós vendrá el año que viene pero antes, el por ahora último espectáculo de la coreógrafa y bailarina gaditana Sara Baras, puede disfrutarse en el Teatro Villamarta de Jerez. Habrá dos oportunidades, los días 27 y 28 de septiembre.

-¿Cómo ha crecido 'La Pepa' desde su estreno, hace ya un año y medio?

-Ha crecido más de lo que creíamos. Es verdad que 'La Pepa' se estrenó muy bien. La semana del Falla fue alucinante y estábamos expectantes con la respuesta fuera de Cádiz al ser el espectáculo con cosas tan gaditanas. Pero esa acogida también ha sido bestial y también ha sido bestial lo redondo del espectáculo, la unión y el golpe de energía y de alegría que tiene la obra. El hecho de haber estado en teatros, en ciudades y públicos tan diferentes hace que la obra haya cogido un sentido precioso. Estamos muy contentos por volver ahora aquí, en uno de los mejores momentos de nuestra Pepa.

-De todas las ciudades en las que han paseado este espectáculo, ¿hay alguna en la que más le haya sorprendido la respuesta del público o la suya propia?

-El mes que estuvimos en París, en un teatro tan importante. Aunque era la décima temporada que hacíamos nos temíamos la respuesta porque la Pepa es tan nuestra y allí... Pero fue tan buena que nos sorprendió muchísimo, nos llevamos una gran alegría. Después ha habido muchos sitios, en muchos festivales y espacios muy importantes, además de en otros más reducidos, en plazas donde teníamos al pueblo muy de cerca... Todo eso es alucinante. Lo que te sorprende de la Pepa es el mensaje positivo que transmite, por supuesto que haya detrás un trabajo serio y un nivel profesional importante. Pero que te transmita la esperanza y las ganas de salir adelante y de volver a vivir un poquito mejor. Con este espectáculo creo que se representa muy bien el carácter de nuestra tierra, muy enérgico, positivo y alegre.

-¿Cree que su baile ha servido transmitir ese mensaje? ¿Esa fue su primera intención?

-Empezamos a investigar la historia y todos los cambios que originó la proclamación de la Constitución. Eso es importantísimo, pero después ahondamos más en sus escenarios, en los detalles de esos hechos, y nos llamó la atención comprobar cómo ante una situación de guerra, de horror y depresión, había un punto de esperanza aquí, en Cádiz. Me impactó las ganas de la gente de aquí por salir adelante, su lucha por escapar del dolor. Ahí empezó nuestra Pepa a escribirse de otra manera. La gente no sé si entiende el mensaje, pero sí lo siente y ese es nuestro mejor regalo.

-Ahora ese espíritu está muy apagado, ¿lo nota?

-Estamos atravesando un momento raro y feo y hay mucha gente sufriendo. Se agradece tener la oportunidad de poner un granito de arena a la parte más positiva de la vida. Nosotros intentamos transmitir lo mejor que tenemos, de la parte profesional, pero también de nuestras personas, de lo que sentimos. Habrá que salir adelante, habrá que pensar el cómo, pero estando convencidos de que se sale porque hace 200 años salieron.

-¿Es Jerez una plaza difícil, más teniendo en cuenta que llega con un espectáculo tan gaditano?

-Tengo la suerte de no sentir esa rivalidad. Yo empecé a bailar en la escuela de mi madre, a la que le debo todo, en La Isla. Después vino Manuel el Morao y me llevó a Jerez y aprendí en Cádiz, San Fernando y en Jerez, donde tengo grandes amigos. Todo eso hace que yo sienta Jerez de una manera muy especial. Sí es cierto que es una plaza grande e importante porque el flamenco nace aquí y es muy distinto el de Cádiz y Jerez. Yo creo que mi forma de bailar se respira Cádiz y La Isla, pero también hay momentos que se me nota Jerez, que tengo las formas mezcladas. Estoy ilusionada con volver al Villamarta, pero también estoy muy nerviosa. Es un rollo, cuanto más trabajas, mayor es la responsabilidad y los nervios.

-Hace unos meses entró en una lista de mujeres líderes de España, ¿es consciente de ese liderazgo?

-En el momento en que tu nombre puede ayudar a alguien, ya todo te cambia. El día que me di cuenta de que podía ayudar a la gente, que alguien te puede necesitar, las cosas empezaron a asustarme de otra manera. Es una responsabilidad muy fuerte. Cuando pasan esas cosas, me siento más orgullosa y me doy cuenta de que voy por el camino adecuado, que la entrega da sus frutos. Es verdad que con el talento se nace, pero todo lo demás es un trabajo y sacrificio constante que está ahí. Mi nombre es la punta de una compañía, de un equipo muy grande que tiene el afán de demostrarle a las generaciones más jóvenes que el baile, el teatro y la cultura es algo muy serio. Si además podemos ayudar a quienes lo necesitan, mejor que mejor.

-¿Le ha cambiado la maternidad su forma de bailar?

-Casi todo en la vida tiene un proceso, como montar una obra, pero eso de ser mamá llega sin anestesia. De repente tu escala de valores cambia, tu forma de sentir es otra, sientes un amor que puede con todo y que influye en todo lo que haces. Los que bailamos expresamos lo que sentimos, aunque nuestras palabras sean transmitidas con el cuerpo. Con la maternidad, no es que tú quieras bailar mejor, es que lo sientes mejor, lo disfrutas más, es otra forma. Eres más leona que nunca, y cuando te toca la parte más sensible, vives la sensibilidad de otra manera. No me imaginaba que todo iba a ser tan positivo profesionalmente, que me iba influir de esa manera. El único momento que nos separamos de nuestro bebé es el momento del teatro. Bendito sea el niño y la experiencia, es lo mejor que me ha pasado.