Bayona abronca a Wert
El director de 'Lo imposible' reivindica la educación y la cultura al recoger el Premio Nacional de Cine de manos del ministro
Actualizado: GuardarJosé Ignacio Wert jugaba ayer en campo enemigo. El ministro de Educación y Cultura entregaba en el Festival de San Sebastián el Premio Nacional de Cine a Juan Antonio Bayona, el director de 'Lo imposible'. Un acto en el museo de San Telmo que reunió a lo más granado de la industria, del presidente de la Academia, Enrique González Macho, a la directora general de cinematografía, Susana de la Sierra, productores y distribuidores. Bayona habló en nombre de todos ellos y agradeció el galardón con un emotivo pero contundente discurso centrado en la figura de sus padres y lleno de reivindicaciones en defensa de la educación y la cultura.
De natural tímido, el director barcelonés estuvo gélido pero educado con un ministro al que le va la marcha y que está curado de espanto con las críticas a su departamento. Le dio la mano, miró hacia el suelo cuando Wert soltó un parlamento trufado de referencias a Godard y después se fueron a comer. Bayona habló de su madre, que con seis años emigró de Andalucía a Cataluña para sobrevivir. Contó que estudió gracias a unas monjas que la colaban en la escuela por la puerta de atrás, aunque siendo apenas una niña ya se tuvo que poner a trabajar en un taller de costura. «Mi madre querría haber seguido en la escuela, y sin embargo no pudo hacerlo».
El padre de Bayona se vino desde Osuna. Allí llenaba las paredes encaladas de dibujos. «A mi padre también le hubiese encantado ingresar en una escuela de Bellas Artes, pero sólo tuvo el dinero para suscribirse a un curso de dibujo por fascículos. Al final se ganó la vida como pintor de brocha gorda, pero mi padre es un artista y nunca dejó de dibujar». La familia sacó adelante a dos hijas, una psicóloga y la otra traductora, y dos hijos, uno músico y el otro director de cine. «Mis padres entendieron mejor que nadie que la educación no era un gasto, sino una inversión».
Mina de oro
A estas alturas del discurso, Wert mantenía a duras penas la sonrisa de circunstancias. El autor de una película que ya ha superado los 200 millones de dólares de recaudación en todo el mundo reconoció humilde que el cine español «no comienza ni se acaba» en 'Lo imposible'. Con elegancia, entró a matar al final. «No llegaremos a ningún sitio si no consideramos la cultura y la educación como los cimientos sobre los que aposentar nuestra sociedad», proclamó. El éxito de 'Lo Imposible', alertó, podría tratarse de un espejismo. «Algunas de las empresas que colaboraron en su elaboración se han visto obligadas a cerrar, cientos de salas de exhibición han desaparecido en el último año ante el agravio que ha supuesto la subida del IVA y la permisividad con la que la piratería se mueve en nuestro país». Bayona, que también defendió la televisión pública de calidad, apuntó al Estado como responsable de que «la mina de oro que tenemos en nuestro país sea aprovechada por nosotros mismos».
Wert, por su parte, recordó en su intervención al llorado Elías Querejeta, se puso pedantuelo con citas cultas y trató de congraciarse con el homenajeado al recordarle que el Nacional de Cine «no es por haber cerrado una carrera a los 38 años». Después, en un corrillo con periodistas insistió en los lentos pasos que se han dado en la financiación del cine -«las comisiones están trabajando»- y recordó la reciente reforma del Código Penal con un endurecimiento de las penas por piratería. Eso sí, negó una posible bajada del IVA cultural «por exigencias de la consolidación fiscal, que hacen muy difícil plantear un cambio en este momento».